Anoche cuando algunos aficionados ya se reunían en torno a la glorieta Minerva para festejar un posible triunfo de las Chivas en Monterrey , los dos goles casi de último minuto que anotó Tigres, terminó por aguar la fiesta y una vez concluído el partido cada quien se fue a su casa, incluyendo a policías y patrullas de vialidad que estaban listos para cualquier festejo.
La recién restaurada glorieta Minerva se quedó vestida y alborotada al igual que unos 50 aficionados del Guadalajara, rodeada con vallas de contensión esperando que el domingo próximo , ahora sí, haya motivo para un festejo.
Fuente: Notisistema