Pese a la resistencia que ha manifestado el presidente electo Andrés Manuel Lopez Obrador para ser cuidado por elementos de seguridad del Estado, actualmente hay militares resguardando su casa.
La presencia de los elementos castrenses es discreta en el domicilio particular del mandatario electo, ubicado en la colonia Toriello Guerra de la Alcaldía de Tlalpan.
Vestidos de civiles, pelo corto, radio en mano y en autos -un Tsuru negro, un Vento blanco y un Jetta del mismo color-, al menos nueve elementos vigilan el condominio donde vive López Obrador, su esposa y su hijo menor.
Con placas SDN-021, el modelo Jetta tiene la leyenda de la Sedena, mientras que los otros dos tienen placas de la Ciudad de México.
En la esquina de la calle Cuitláhuac permanece apostada una camioneta de la Policía capitalina, y sobre Cuauhtémoc, en la parte trasera de la unidad, hay otro Jetta con elementos de la Sedena.
“Están muy tranquilos y casi ni nos fijamos porque no molestan a nadie”, dijo una vecina.
Dos trabajadores que remodelan una casa aledaña indicaron que desde el miércoles de la semana pasada se apersonaron los militares.
Aunque durante su campaña López Obrador insistió en que no ocuparía escoltas oficiales, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller se ha pronunciado a favor de la protección del futuro jefe del Ejecutivo federal.
Incluso este martes, en respuesta a un seguidor en Twitter, Gutiérrez Müller escribió: “Seguiremos insistiendo en la protección del futuro presidente porque es la investidura, no la persona la que hay que cuidar y proteger”.
(Con información de Reforma)