Investigadores de la universidad Nacional autónoma de México (UNAM) desarrollaron nanofibras capaces de retener metales pesados presentes en el agua, con el objetivo de garantizar agua purificada.
Estas nonofibras podrían ser una alternativa para garantizar agua purificada en escuelas, centros laborales, espacios públicos y hogares en zonas marginadas.
Estas fibras son capaces de retener hasta el 97 por ciento de los metales pesados presentes en el agua, ya que solo el 57 por ciento de las aguas residuales urbanas se somete a tratamiento de acuerdo a la Agenda Ambiental 2018, Diagnostico y Propuestas.
Aunque la decantación de sedimentos (reposo del agua) y la cloración en tanques de almacenamiento son los métodos más frecuentes para el saneamiento del líquido, éstos no contemplan la eliminación de metales pesados (arsénico, mercurio, plomo, cromo o cadmio) u otros compuestos nocivos.
Ante esta situación, el Grupo de Ciencia de Materiales del ICF desarrolla un proyecto de investigación liderado por Lorenzo Martínez y coordinado por Iván Camps, en el que se dieron a la tarea de crear unas membranas electrohiladas, que contienen nanopartículas activas de hierro y níquel.
Esta tecnología puede asegurar la purificación del agua en escuelas, oficinas, zonas rurales, espacios públicos y hogares.
Con información de Excélsior.