José Rosas Aispuro, gobernador de Durango, manifestó su inconformidad con la propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de los superdelegados y declaró que las administraciones estatales no funcionan en “subordinación” al Poder Ejecutivo federal.
“Los gobernadores fuimos electos con el voto ciudadano, somos autoridades que tenemos toda la legitimidad como la tiene el presidente actual y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador...es claro que debe de haber coordinación y colaboración, no subordinación…”, postuló
Expresó su preocupación por la intervención que se puede tener en materia de seguridad, pues asegura que su administración ha pacificado a la entidad trabajando con un control distinto al que quiere implementar el próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.
Por ello, agregó, ha sostenido reuniones con Durazo para exponerle los avances en seguridad y no buscar experimentos que puedan poner en riesgo el orden público del estado.