A una semana de la toma de protesta deAndrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente electo de México, la situación parece bastante tensa entre Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y aquellas organizaciones políticas que tradicionalmente habían ocupador el poder.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como el Partido Acción Nacional (PAN), han manifestado en múltiples ocasiones su inconformidad con diversas medidas planteadas por López Obrador y su equipo, tal es el caso de los superdelegados.
Al preguntarle al próximo presidente de México sobre su opinión de las expresiones de inconformidad sobre este tema, el tabasqueño recordó que existe libertad de expresión, cuestión que –asevera– respetará durante su admnistración:
Nosotros no limitamos la libertad de nadie”.
Sin embargo, dejó en claro que no habrá ‘moches’ ni negociaciones:
Ya no es de que a ver, vamos a negociar: me quedo callado; no critico, pero me vas a dar un presupuesto especial, un trato especial. Ya no va a haber partidas de moches. Ya no se va a manejar el presupuesto de manera discrecional”.
Asimismo, AMLO aprovechó para hacer un pequeño aviso de lo que ha sostenido en múltiples ocasiones, pues recordó a los ciudadanos y a las autoridades actuales que tienen que decir adiós al ‘régimen autoritario’:
Hay que acostumbrarse a que ya se acabó el régimen autoritario, antidemocrático y corrupto. Hay que avisarles”
López Obrador no descartó que mantiene un diálogo con los gobernadores, pero el líder de Morena enfatizó que no va a ser víctima ni títere de nadie, afirmando que no se dejará manipular:
No voy a ser rehén de nadie. No voy a dejarme chantajear por nadie”.
En una semana, México estará ante un nuevo presidente, en quien ha depositado prácticamente todas sus esperanzas.
Con información de La Neta Noticias y La Jornada