¡Otro soldado caído! Hace unas horas José Ramón Cossío Díaz dijo adiós a su cargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) luego de quince años de labor.
El ahora exministro lanzó un llamado a sus colegas que permanecerán en el órgano de justicia para que ‘retengan los intentos’ de un gobierno que quiera hacer ‘lo que le venga en gana’ al amparo de la legitimidad y una votación mayoritaria.
La democracia, en el apoderamiento de los órganos del Estado, está suponiendo que puede hacerse, desde los órganos de Estado, lo que venga en gana porque al final de cuentas se tiene un gobierno legítimo y mayoritario. La función central de la justicia constitucional es precisamente retener esos intentos”.
Lo anterior lo dijo en clara alusión a la administración de Andrés Manuel López Obrador, que inicia el sábado 1 de diciembre.
Pero eso no es todo, pues el exministro alertó que la democracia y la justicia en México pueden desaparecer:
La justicia constitucional puede morir, así como muere la democracia cuando no somos capaces de generar todos los elementos de refuerzo para ellas”.
Sin embargo, habrá que ver si durante los tres lustros que se desempeñó como magistrado de la SCJN advirtió alguna falla en la democracia del país.
¿Será que no dijo nunca nada gracias al sueldazo que tenía?
Durante el tiempo que se desempeñó como ministro tuvo un salario millonario; incluso estaba en el top cinco de los funcionarios mejora pagados, llegando a recibir 4 millones 659 mil 489 pesos anuales netos, libres de impuestos y con prestaciones.
El hoy jubilado, José Ramón Cossío Díaz, entró como ministro el 1 de diciembre de 2003, cuando en la Constitución no había restricción de ganar más que el presidente de la república.
Con información de Sopitas, Nación 321 y Proceso