Sujeto que solía ser vegano ahora come cerebros y vísceras crudas para obtener proteína
Un hombre ha retrocedido en el tiempo. Su nombre es Weam Breiche, tiene 31 años, es entrenador de salud y acondicionamiento físico de Los Ángeles, Estados Unidos, y al igual que nuestros antepasados se alimenta de carne cruda, incluyendo cerebros y testículos, porque considera que es el mejor camino para conseguir una mejor salud.
Metro explica que Weam solía vergano, pero comenzó a ingerir cerebros de animales crudos cuando empezó a experimentar problemas de salud, dijo.
“Hice el cambio por primera vez a carnívoro cocido después de que mi médico me informara que tenía inflamación en mi sistema digestivo y nervioso”, contó Weam.
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En TikTok y en Instagram Weam presumes sus desayunos y sus comidas acompañadas de carne cruda (que podrían provocar náuseas a algunos). Y aunque no existe ninguna evidencia científica de que alimentarse de esta forma puede ser benéfico para la salud, sino TODO lo contrario, Weam afirma que haberse vuelto carnívoro puede ser benéfico de muchas maneras, hasta para revertir la diabetes o enfermedades del corazón.
Incluso asegura que comer de esta forma le ha ayudado a curar sus hemorroides. “He probado todas las dietas y he tenido problemas de hemorroides, así como de fisuras anales [en el pasado]”, dijo. “Usar el baño fue una lucha para mí, hasta que comencé mi dieta de solo carne y ahora mi digestión es óptima”, afirmó.
Hasta el momento Weam dice que no ha experimentado ninguna complicación, pero quizá deba detenerse pronto.
¿Por qué es una pésima idea comer carne cruda?
Como cuentan en IFLScience sobre un caso similar de un hombre que comió cruda durante 80 días para comprobar si sobreviviría, ni él ni Weam son los primeros hombres en optar por una dieta como esta.
Antes de que el homo erectus descubriera la cocina hace 1.8 millones de años, los humanos solían alimentarse con carne cruda, pero a partir de entonces hemos evolucionado y eso nos ayudó a desarrollarnos como especie. Nuestros cerebros se hicieron grandes, entre otros beneficios, y alterar eso podría causar algunos inconvenientes para nuestra salud, como explican.
“Los peligros del exceso de proteína, definido como cuando la proteína constituye > 35 por ciento de la ingesta total de energía, incluyen hiperaminoacidemia [exceso de aminoácidos en el torrente sanguíneo], hiperamonemia [niveles elevados de amoníaco], hiperinsulinemia [niveles anormalmente altos de insulina] náuseas, diarrea, e incluso la muerte. Una ingesta máxima de proteínas sugerida basada en las necesidades corporales, la evidencia de control de peso y evitar la toxicidad de las proteínas sería aproximadamente del 25 por ciento de los requisitos de energía”, detallan.
Con información de Plumas Atómicas.