Resulta muy extraño que el operativo, ejecutado el día de ayer en Culiacán, no contaba con la autorización del Consejo Nacional de Seguridad.
¿No cabría la posibilidad de que se tratara de una trampa que algunos grupos dentro del ejército le tendieron al presidente y los altos mandos de las fuerzas militares?
¿A quién o quienes les conviene este escenario?
El operativo militar desplegado ayer para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, y que detonó la violencia en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, se ejecutó sin el conocimiento y la aprobación del gabinete de seguridad; así lo confirmaron el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño.
En conferencia de prensa, en la que también estuvieron presentes el secretario de la Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, así como el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, reconocieron, además, que dicho operativo fue precipitado, improvisado y deficiente.
“Con el afán de obtener resultados, el personal militar omitió la aprobación del gabinete de seguridad y actuó con precipitación, sin la orden de cateo que debía otorgar un juez, amén de desestimar el poder de convocatoria y la capacidad de respuesta del grupo agresor”, afirmó el general Sandoval.
Y añadió que por dichos errores la dependencia a su cargo realizará una investigación para deslindar responsabilidades.
Según la relatoría de hechos que hicieron Durazo Montaño y el secretario de la Defensa, que difiere del reporte que dieron ayer, el operativo desplegado en el fraccionamiento Tres Ríos tenía el propósito de capturar a Ovidio Guzmán, en cumplimiento de una petición de extradición hecha por el gobierno estadunidense desde septiembre de 2018.
Con información de Noticias ZMG.