No se puede explicar el ascenso de Enrique Peña Nieto sin los altos mandos de Atlacomulco. Este grupo de políticos priistas diseñaron al candidato perfecto: joven, carismático, neoliberal y casado con una actriz de calendario. Uno de sus grandes promotores fue Gerardo Ruiz Esparza, quien lo acompañó todo el sexenio como secretario de caminos. 

El dúo tricolor caminó de la mano desde que Peña Nieto fue gobernador en el Estado de México, justo en donde ambos se hicieron aliados de la empresa OHL. Esta alianza permitió que la empresa dedicada a la construcción explotara durante años una vía de comunicación federal (sin concesion del gobierno). Se trata del viaducto bicentenario, en donde Ruiz Esparza habría sido el gran facilitador para abrirle todas las puertas a OHL.

Esta empresa ha cobrado cuotas durante años de forma ilegal. El peaje recabado durante más de doce años ha ido a carteras privadas, en un caso claro de corrupción entre el gobierno peñista de entonces y OHL. Las penas por estos delitos van desde dos a doce años en prisión para los responsables. El abogado que está demandando asegura que tiene las pruebas concretas en contra de Ruiz Esparza y Peña Nieto.

Con estas acusaciones, la ley se acerca cada vez más al exsecretario de caminos. Después de la captura de Emilio Lozoya, ya suena Ruiz Esparza como el siguiente detenido de peso en la era Peña Nieto. Inamovible y siempre cercano al expresidente, Esparza ha gozado de impunidad y protección especial, ya que ninguna investigación contra él avanzó en el semestre anterior.

Ya hay pruebas suficientes para ligarlo a proceso, comentó el abogado Paulo Gargari. La investigación que mantiene forma parte de un proceso de revisión del actual gobierno federal. Esto incrementa la posibilidad de que la fiscalía nacional pueda ordenar la detención de Ruiz Esparza y todos los que lo ayudar a esta acción ilegal en el Estado de México. Ante tantas acusaciones de corrupción OHL ya se cambió el nombre a Aleática. 

Con información de Sin Embargo.