La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llevó a cabo un operativo en Tulum, Quintana Roo, con el objetivo de detectar cobros abusivos en alimentos, bebidas y servicios turísticos. Como resultado de la inspección, la dependencia ordenó la suspensión de actividades a cuatro hoteles que registraban precios considerados excesivos tanto en habitaciones como en alimentos ofrecidos a los visitantes.

Durante el operativo, la Profeco documentó casos en los que los turistas llegaron a pagar hasta 400 pesos por una orden de tres tacos y 290 pesos por tres quesadillas de queso, tarifas que la autoridad calificó como irregulares y desproporcionadas.

Además de las suspensiones, la institución federal también impuso sanciones a varios supermercados que incumplían disposiciones de protección al consumidor. En tanto, diversos restaurantes recibieron recomendaciones y advertencias para ajustar sus precios y prácticas comerciales conforme a la Ley Federal de Protección al Consumidor.

La Profeco reiteró que estos operativos buscan frenar abusos en destinos turísticos y garantizar que tanto visitantes nacionales como extranjeros reciban un trato justo y transparente.