La regidora de Tlajomulco por MORENA, María Isabel Palos, se ha destacado por actitudes muy poco presumibles a su paso por el ayuntamiento de este municipio.
Participó en la segunda posición de la planilla que Miguel León Corrales encabezó para contender por la presidencia municipal de este municipio el pasado 1º de julio de 2018; sin embargo, la regidora no ha hecho un sólo señalamiento a las iniciativas del actual alcalde de Movimiento Ciudadano, Salvador Zamora, incluso en temas tan polémicos como el reciente aumento de salarios de los funcionarios de primer nivel.
En sus redes sociales sólo comparte algunas generalidades de las actividades de Carlos Lomelí, súper delegado del Gobierno Federal en Jalisco y del presidente López Obrador, pero ni en sus cuentas ni en el propio cabildo ha defendido a las familias de Tlajomulco en temas como la contaminación del agua, los permisos para construir más vivienda, el negocio de los moto-taxis o el caos vial que ha causado en plena avenida López Mateos la construcción del túnel a la plaza Punto Sur, obra que es privada y que el gobierno de Zamora y Alfaro han defendido como propia. En todos estos temas prioritarios, la regidora ha brillado por su ausencia.
Quizá, la regidora Isabel Palos es tan condescendiente con el alcalde Salvador Zamora porque tiene privilegios que otros regidores de MORENA y de otros partidos no tienen; por ejemplo, su hija Vianey Noguera Palos está registrada en la nómina municipal, con doble pago, cobrando más de $34,000 pesos al mes como “analista” en la Dirección de Patrimonio Municipal.
Este tipo de personajes le hacen mucho daño a la política y más a un partido como MORENA que, cuando menos en discurso, lucha contra la corrupción y el nepotismo y con esa bandera busca colocarse en la simpatía de los electores de Jalisco y de Tlajomulco de cara a la elección intermedia de 2021. Con estas fichitas, MORENA parece lo mismo que el PRI y MC.