Por Elí González (@CalacuayoMX) 

MÉXICO.— Amado ciegamente y a veces de manera irracional; odiado sin razón y sin fundamento, aplaudido y criticado por los críticos honestos. Ese es Andres Manuel Lopez Obrador, presidente de México.

Como activista político, como candidato recorrió de punta a punta el país, estableciendo un vínculo casi religioso con la gente de las comunidades olvidadas por los gobiernos.

Se acercó a esa gente presa de la desesperanza, del daño a la nación, víctimas de abuso, etc…

Todo esto lo llevó a capitalizar tanto cariño y empatía con las masas desfavorecidas.

Ya como gobierno, con políticas de austeridad, de recorte de privilegios, con el recorte presupuestal para los infomerciales y publicidad masiva, aunado a políticas entendidas como regresivas, se encuentra con un frente opositor que lo consideran un peligro. Y sí, es un peligro para sus actividades delictivas acostumbradas.

Esos políticos que hoy llaman a darle en la madre al proyecto de su gobierno deberían considerar que aunque están frente a un gobierno de paz, también están frente a la gente que lo respalda exige se haga justicia.

El gobierno por el otro lado cuenta con el apoyo de gente inteligente, analista y libre, estudian sus propuestas y nombramientos. Estos críticos aplauden lo bueno y critican lo malo. Sería un error, creer que todas sus decisiones que toma el presidente son acertadas.

La verdad es que el presidente capitalizó el hartazgo de los mexicanos y se concentró en los problemas que son muchos, logró encauzarlo hacia la esperanza de decenas de millones de personas, para ofrecerles soluciones que no son fáciles, pero que está obligado a cumplirlas.

Sus políticas han sido objeto de críticas, pero contienen un potencial enorme que tendrá que materializar, si no quiere ser juzgado por el mismo tigre que camina a su lado todavía con fuerza para defenderlo.

Este gran país que lo respalda con popularidad que ningún otro presidente de México soñó, le reclama que aplique cada una de sus promesas de campaña.

QUEREMOS QUE LOS EXPRESIDENTES Y JUECES CORRUPTOS SEAN JUZGADOS

Los mexicanos creemos que México si puede volverse el emblema de un desarrollo con paz y justicia social, con métodos liberales en el marco de un moderno Estado de derecho, que respete las leyes y las libertades.

Los problemas que no han podido y no han querido atender los gobiernos pasados son la pobreza, la desigualdad social y la corrupción. Los mexicanos mostramos cero tolerancias, por lo que el presidente deberá evitar el tratar de evadir responsabilidades.

El presidente Lopez Obrador no debe olvidar que existe un problema que desvela a México y ese problema es la violencia y la corrupción que además los acompaña la impunidad que el país ha padecido desde hace décadas.

Mucha gente considera, con razón, que el Estado y sus corruptos gobiernos, son culpables de esta situación porque evadieron su responsabilidad de ofrecer seguridad y por el contrario, fueron participes con sus instituciones de procuración de justicia.

Entre los programas de ayuda que ya está empezando a aplicar destacan a los adultos mayores de 68 años, las becas y cursos de capacitación para jóvenes que carecen de trabajo y estudios. Estos programas son positivos y de gran ayuda a los que siempre han sido los olvidados y adjetivados de manera cruel por los gobiernos pasados.

Para revertir el atraso económico de los estados del sur, AMLO está activando entre otras cosas modernizar el ferrocarril transoceánico, construir el Tren Maya, subsidiar la agricultura, construir nuevas refinerías etc.… pero se esta topando con la corrupción de los jueces de la suprema corte de justicia, que aún siguen al servicio de los que siempre se quedaron con la utilidad del estado y que se resisten a dejarla en manos de los mexicanos que nunca han recibido lo que por derecho les pertenece.

Estos temas no se deben tomar a la ligera, porque ya no se trata de temas de campaña, se trata de aplicar programas con un análisis profundo de costo-beneficio.

Hay esperanza al ver el actuar austero del presidente AMLO. Con esa actuación, podemos estar tranquilos de que no va a sobregirar el gasto público, como lo hicieron los gobernantes anteriores que endeudaron el País, casi al 50% del PIB

En cuanto a la violencia, acertadamente ha prometido combatirla continuando con las reuniones con el gabinete de seguridad cada mañana. Y estamos seguros de que dará resultado.

Una de sus ideas más controvertidas en términos jurídicos y éticos es ofrecer una amnistía a algunos presos. Aunque ya quedó claro, algunos todavía se cuelgan de eso para denostar, para criticar lo no criticable.

Es necesario que exista convergencia de todos los niveles de gobierno y órganos de procuración de justicia con una sociedad civil participativa y alerta.

Es necesario que no olvidemos que los buenos somos más, que los que votamos por el presidente somos mayoría y como mayoría debemos ayudar a este cambio.

Siempre he sido crítico del mal actuar de los gobiernos, también aplaudo los aciertos. Pero el gobierno de AMLO ya empezó y aquí estaré para aplaudir y para criticar. También para informar sobre sus acciones buenas o malas.

El presidente ya triunfó en 2018, ahora debe convertir ese triunfo en un triunfo de México. Debe abrir una etapa histórica en la que la conciliación, la tolerancia, el respeto a la libertad de expresión priven sobre la polarización y la censura.

AMLO ha respetado y fortalecido la vida institucional, dando un ejemplo de liderazgo ético y democrático. No esperábamos menos de él.

México votó por un cambio verdadero, y eso queremos, eso exigimos.

Exigimos que se llame ante la justicia a Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de Leon, Vicente Foz Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

Exigimos también la comparecencia de los jueces del poder judicial que han sido intocables y corruptos

Te lo exigimos presidente Andres Manuel Lopez Obrador.