El mexicano Abel Revill Ochoa fue ejecutado en Estados Unidos después de ser condenado a muerte por el asesinato de cinco miembros de su familia en Dallas, Texas, en 2002.
La ejecución, a cargo del estado de Texas, fue mediante una inyección letal, en la prisión de Huntsville.
Los recursos de apelación de la defensa del condenado, originario de Durango, fueron rechazados por el poder judicial local y federal.
Con 47 años de edad, Ochoa fue condenado en 2003 por asesinar a cinco miembros de su familia el 4 de agosto de 2002, día en que consumió drogas fuertes.
Con información de Noticieros Televisa.