Lozoya se ampara y juez deberá analizar si le regresan una lujosa residencia
Redacción
El exdirecto de Petróleos
Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, logró ampararse con la finalidad de que un
juez de control analice si su lujosa residencia en la colonia Lomas de Bezares
siga segurada o se la devuelvan.
Si la FGR no impugna la
sentencia, en las próximas semanas deberá dejar sin efectos el aseguramiento y
solicitarlo al juez de control para que tome una decisión.
El juez Octavo de Distrito de
Amparo en materia Penal en la Ciudad de México concedió el recurso al
exfuncionario vinculado a proceso por asociación delictuosa y lavado de dinero,
para que la FGR “deje insubsistente el aseguramiento de la residencia” que
Lozoya compró por más de 30 millones de pesos.
Sin embargo, esto no significa
que el inmueble le será devuelto sino que el juez de control del Centro de
Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Norte debe analizar si procede
legalmente la solicitud de la FGR de mantener asegurada la casa.Debido a que la
sentencia fue notificada este jueves, la FGR puede tramitar recurso de revisión
para que un Tribunal Colegiado sea quien resuelva.
Con información de Político
Testigos
“clave” refutan narrativa de Lozoya
La ruptura entre el exdirector
de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y sus antiguos colaboradores en esa dependencia
mantiene en vilo las investigaciones de la Fiscalía General de la República
(FGR) contra una decena de exlegisladores del PAN y del PRI acusados por el
exfuncionario de recibir presuntos sobornos a cambio de aprobar la reforma
energética en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Ante las desavenencias de
Lozoya con Rodrigo Arteaga Santoyo, su secretario particular en Pemex, y Francisco
Olascoaga Rodríguez, su director de Administración, ambos testigos se negaron a
rendir su declaración ministerial y a aportar las evidencias, que presuntamente
incluyen videos y recibos de las presuntas entregas de dinero por más de 80
millones de pesos a los legisladores.
No obstante, los testimonios
de ambos imputados, a los que Proceso tuvo acceso, forman parte de la defensa
del exsenador del PAN, Jorge Luis Lavalle Maury, actualmente preso y sujeto a
proceso penal por los delitos de asociación delictuosa, lavado de dinero y
cohecho.
En entrevistas por separado
ante el abogado José Zapata, defensor particular de la defensa de Lavalle
Maury, Olascoaga y Arteaga refutan toda la narrativa construida por Lozoya en
su denuncia de hechos del 20 de agosto de 2020 para solicitar un criterio de
oportunidad que le permitió librar la cárcel tras su extradición a México, pese
a las dos causas penales que enfrenta por los casos Odebrecht y
Agronitrogenados.
En ambos documentos que
equivalen a un dato de prueba, Arteaga y Olascoaga niegan todos los
señalamientos de Lozoya y rechazan tener en su poder los recibos y videos que,
según él, iban a aportar a la indagatoria del caso Odebrecht para acreditar los
presuntos sobornos entregados por el gobierno de Peña Nieto a senadores del PRI
y del PAN para la aprobación de la reforma energética.
Se conoce un video en el que
se observa a Lavalle Maury y a su antiguo colaborador Rafael Caraveo Opengo
–secretario técnico del Senado en la pasada Legislatura– cuando recibían dinero
en efectivo de un funcionario de Pemex no identificado. En la videograbación se
habla de 18 y de 19 entregas de dinero entre operadores del PAN y funcionarios
de Pemex en el sexenio de Peña Nieto.
Lozoya afirmó en su denuncia
ante la FGR que existía un video por cada una de las entregas de dinero a los
enviados del PAN y que Arteaga y Olascoaga podían aportar esa evidencia. Sin
embargo, con la aparición de ambos testigos en la defensa de Lavalle Maury,
ambos excolaboradores de Lozoya negaron la existencia de esos videos.
Desde noviembre de 2020,
Arteaga y Olascoaga habían sido identificados por la FGR como “testigos
rebeldes”, quienes, lejos de colaborar con la fiscalía, se negaban a comparecer
ante las autoridades: incluso presentaron juicios de amparo en contra de
cualquier orden de presentación o de captura girada en su contra (Proceso
2298).
Cuatro meses después no sólo
se comprueba que ambos excolaboradores de Lozoya se muestran renuentes a
corroborar la versión del exdirector de Pemex; ahora niegan los hechos y
admiten ser parte de la defensa de Lavalle Maury para refutar la teoría del
caso de la FGR.