En redes sociales se ha viralizado la petición de un ciudadano cubano que se encuentra preso injustamente desde hace varios años en una prisión de la isla. Se trata del miliciano, activista y político Miguel V. Álvarez quien en menos de tres días fue sentenciado en un juicio lleno de irregularidades a 30 años de prisión.
En dos recientes su caso fue dado a conocer masivamente en redes sociales a través de la carta que a puño y letra envío Álvarez al presidente cubano Miguel Díaz Canek Bermúdez. En ella, el activista preso expone al presidente cubano su situación, su historia, las irregularidades en su juicio y su estado de salud actual, deteriorado por el cáncer que le afecta.
En la multiplataforma Noticias ZMG-Zócalo Virtual-Guruchuirer nos sumamos a la reproducción de esta petición dado que sabemos de fuente directa de la probidad, honorabilidad y decencia de Álvarez, además de que compartimos el sentido humanitario que hay detrás de su petición al presidente cubano.
Les compartimos el contenido de la carta que Álvarez extiende al presidente cubano:
Seguimos esperando una respuesta, mientras mi padre va muriendo en una celda aislado.
21 de noviembre 2018
Miguel Diaz Canel Bermudez
Presidente del Consejo de Estado y de Ministros.
Estimado presidente:
Me dirijo a usted para solicitarle que haga una revisión adecuada y justa del proceso penal mediante el cual fui condenado a 30 años de prisión por delitos no cometidos y ni probados, ni reconocidos por mí. Los recursos legales que interpuse en su momento fueron rechazados por el tribunal que los rechazó.
No pretendo ocuparlo relatándole las anomalías del proceso legal, baste señalar no fue cumplido el debido proceso, nunca existió la presunción de inocencia. En unas pocas horas, en menos de tres días, el tribunal emitió el veredicto de culpabilidad para la severa sanción que se me imponía. Mi abogado cuenta con sólidos argumentos pueden ser nuevamente expuestos ante una corte imparcial en el momento esto fuese posible. No pocas veces la mentira se asienta sobre un fondo insignificante de verdad.
La revolución con su grandeza, logros, imperfecciones, carencias, me convirtió en el hombre y el revolucionario que soy. Siempre he sido leal a mi patria, entregado a ella con dedicación y sin dobleces; no exento, por supuesto, de errores y equivocaciones, y alguna que otra irreverencia. Me he consagrado a ella desde que, con 15 años, fui alfabetizador en la Sierra Maestra. Cumpliendo posteriormente con las tareas asignadas por difíciles fueran: miliciano, trabajador, cuadro de la UJC, combatiente del Minint hasta mi última encomienda en la Asamblea Nacional.
Por eso me siento en paz conmigo mismo. No tengo dudas, algún día se reconocerá toda la injusticia, puede ya no esté para la satisfacción la verdad reconocida; (próximo a los 73 años y con el cáncer al acecho, ahora controlado y sujeto a chequeos periódicos) pero sucederá, seguro estoy.
Finalmente, deseo significar, en el transcurso del proceso, he recibido un trato humano y respetuoso, al igual que mi familia. Ha sido así, especialmente por las autoridades del penal donde cumplo la sanción, y los profesionales de la salud me han atendido durante el tratamiento de la enfermedad.
A la espera de su consideración a esta solicitud, con mucho respeto.
Miguel V. Alvarez