Redacción
La frase de primero la familia se
la tomó muy en serio el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, pues actuaba
como cabildero para favorecer los proyectos de su hijo relacionados con
Petróleos Mexicanos (Pemex), señala la denuncia que presentó Emilio Lozoya
Austin ante la Fiscalía General de la República (FGR), cuya copia obra en poder
de Polemón.
Precisa que el día de la
entrega-recepción en Pemex, José Antonio González Anaya, —quien fue titular de
esta paraestatal— recibió cuatro llamadas del ex mandatario, y él pudo escuchar
la conversación entre ambos, en la que abordaban “temas relativos a los
proyectos que pronto encausarían”.
“Recuerdo que Carlos Salinas de
Gortari cabildeaba a favor de los proyectos de su hijo, entre los cuales se
encontraba pagarle a la empresa Trese más de 15 millones de dólares, porque Pemex
le había cancelado el contrato de una plataforma marítima”, dice Lozoya en su
denuncia.
Los contratos serían para
beneficio de Juan Cristóbal Salinas, quien es el hijo menor del ex
presidente, graduado en la Universidad
Iberoamericana y aficionado a las corridas de toros, según el portal de
noticias La Política Online.
Esa empresa, señala el ex titular
de Pemex, fue responsable de la explosión que ocasionó el fallecimiento de
algunos trabajadores debido a que no realizó el mantenimiento a la plataforma.
“Al enterarme los detalles,
resultó que en dicha plataforma habría fallecido trabajadores por una explosión
motivada por la falta de mantenimiento que debió dar dicha empresa. Recuerdo,
incluso, haber visto fotos que muestras hoyos por corrosión en varias partes
del equipo”, narra Lozoya.
En su denuncia, el ex titular de
Pemex González resalta que Anaya le hizo una advertencia por su negativa a
atender el reclamo de Juan Cristóbal: “Cuidado con mi concuño Carlos Salinas de
Gortari, que quien no ayuda a sus hijos o socios, son considerados traidores”.
En su cuenta de Twitter, González
Anaya se deslindó de las acusaciones de Lozoya y aseguró que durante la fecha
en que ocurrieron esos sucesos, él se encontraba alejado del sector energético.
De acuerdo con la denuncia que
presentó Lozoya, el ex presidente intervino a favor de otros empresarios para
que se les favoreciera de alguna manera, uno de ellos, Federico Martínez
Urmenta, dueño de la firma Tradeco, constructora muy requerida en el sexenio
calderonista que había perdido terreno cuando Enrique Peña Nieto arribó a Los Pinos.
“Salinas le pidió a mi padre que
yo recibiera al empresario Federico Martínez, pues este estaba en problemas”,
expresa Lozoya.
Puntualiza que en un viaje
realizado a la Ciudad de Cali, Colombia en 2013, el empresario se acercó a Peña
Nieto y le recordó que era socio de Salinas de Gortari. Otro empresario que
solicitó los favores de Salinas es Manuel Arroyo, dueño del periódico El Financiero.
Según la declaración de
Lozoya, Arroyo necesitaba un préstamo de
la Banca del Estado por 100 millones de dólares para evitar la quiebra del
impreso. El préstamo lo otorgó Bancomext, pero según Lozoya, el empresario cayó
rápidamente en incumplimiento.
Con información de Polemón
vengarse de quien denunció ante la PGR en enero del 2017 las irregularidades de Odebrecht. No participé en la aprobación de la reforma energética, ni en la contratación de Etileno XXI, ni en la compra de Agronitrogenados ...
— José A González Anaya (@JAGlezAnaya) August 20, 2020