Desde que Javier Lozano Alarcón llegó a los altos niveles de la política ha saltado de un bando a otro, según sus intereses del momento. Su reciente cambio de la bancada del PAN en el Senado al equipo de campaña de José Antonio Meade confirma que el iracundo personaje no es leal ni a sí mismo –como asesor jurídico ha combatido acciones que realizó como funcionario– y que su principal habilidad es la traición.

Javier Lozano, ex priísta, ex panista y ahora cercano de nuevo a Felipe Calderón ha salido nuevo a lanzar insultos contra el INE, organismo que irónicamente defendía hace semanas de ser autónomo y trabajar a favor de la democracia.

El poblano, señalado de ser huachicolero, declara que México Libre no ha obtenido su registro como partido político debido a la “dictadura” del Presidente Andrés Manuel y del Gobierno de México.

Más allá de las críticas, la gente ha lanzado fuertes burlas contra el agresivo y esquizofrénico derechista, pues piensan que ya se sentía vocero de los Calderón-Zavala, pero al igual que con la Coparmex, su plan no funcionó.

Tras esto, Lozano ha sido descrito, una vez más, como un eterno perdedor, pues ha fracasado tanto en la política como en sus cargos con privados.

Con información de Revolución 3.0