La política de austeridad del actual Gobierno, también incluye la Oficina de la Presidencia a cargo de Alfonso Romo. De acuerdo a los datos de la Secretaría de Hacienda en comparación con febrero del 2018, el ajuste fue del 80%, dato relevante si se observan las fuertes reducciones de enero y diciembre del año pasado.
Comparado a febrero anterior en la administración de Enrique Peña Nieto, cuando la oficina presidencial era dirigida por Frank Guzmán, actualmente colaborador cercano de Ricardo Salinas Pliego, el gasto fue de 214 millones de pesos mientras que este año con Andrés Manuel López Obrador el gasto apenas llegó a los 40 millones de pesos.
Según fuentes de Palacio Nacional, lo anterior se explica por la cantidad de plazas eventuales que funcionaban en dicha dependencia en el sexenio anterior. A eso se suman innumerables viajes alrededor del mundo y los salarios típicos en ese entonces que en muchos casos eran de seis cifras mensuales.
Alfonso Romo opera bajo el encargo de hacer acciones que hagan crecer a México, lo que se refleja en su nexo con grandes empresarios y la creación del Consejo para la Inversión que fue presentado semanas atrás.
Mientras que la dinámica de Guzmán era diferente pues la oficina funcionaba como una especie de jefatura de gabinete presidencial, coordinando asesores, temas de comunicación, giras, etc. Sin embargo el gasto era estratosférico.
Con información de Revolución TresPuntoCero.