En la opinión de Elí González 

@calacuayoMX

Analizando desde un punto de vista más profundo, nos damos cuenta que la oposición ya sabía que perderían la elección en 2018.

Varias veces estuvieron a punto de perderla y sabían que esta vez tenían la derrota asegurada.

La sociedad entera por inocencia permitió que hicieron una jugada maestra haciéndonos creer que era por el bien de México, así como dicen que defienden a nuestro país pero en realidad están defendiendo sus intereses. 

La ley obligaba al ejecutivo, a no intervenir en asuntos de la fiscalía y la hicieron independiente. Sabiendo que quien ganaría la presidencia sería AMLO. Lograron despojarlo de lo que ellos siempre utilizaron como herramienta de persecución o para protegerse y poder delinquir a gusto. 

Por primera vez, la Ficalia General de la República (FGR) antes PGR, es independiente del poder ejecutivo. 

Aquí es donde cobra sentido lo que siempre nos ha advertido la periodista Anabel Hernández con sus investigaciones. 

Esta semana en una entrevista en “Los Periodistas”, que transmite La Octava dijo que la FGR tiene que ir detrás de Genaro García Luna y sus cómplices. No los periodistas.

Anabel explicó que la FGR no ha ido tras García Luna porque hay al menos siete funcionarios claves del equipo muy cercano, de los más corruptos, que están insertos en la Fiscalía General en posiciones claves. 

Esos funcionarios son los encargados de hacer la investigaciones, de juntar todas las evidencias, de pedir a un Juez con estas evidencias que gire una orden de aprehensión.

Pero si desde la la matriz que tiene que originar una investigación criminal no la hacen, es porque están protegiendo el crimen que pesa en todos los gobiernos anteriores. 

Sólo Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, “es quien tiene que responder esto, debo decir que ya no es el Presidente, porque si estamos hablando que la Fiscalía General es independiente del Poder Ejecutivo, de acuerdo con la Ley, es directamente el señor Gertz Manero el que tiene que decir por qué están esas personas ahí”, agregó Anabel. 

El problema es que se tiene instituciones contaminadas con estos tumores, y es que estas células se van multiplicando hasta que de pronto se te hacen metástasis y se descompone. Esto ha sucedido en los últimos sexenios en México.

La FGR cuenta con saboteadores internos, funcionarios corruptos, que se venden al crimen organizado y se cuidan la retaguardia para no terminar en la cárcel, pero que además, saben que si se tratara de sacrificar a alguien, serían ellos. Ya que los peces gordos no caerán fácilmente como pasó con García Luna que se tuvo que sacrificar por Felipe Calderón.

Como bien dijo Anabel, estamos hablando de  pactos de complicidad de funcionarios que aún están en el poder en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. Hay gente cercana a García Luna que sigue ahí para proteger a sus jefes.

En el libro “los señores del narco, Anabel nos habla de 50 años de gobiernos en tratos con el crimen organizado. 

En el caso García Luna, Anabel también presenta una investigación que muestra la estrecha y hasta casi familiar relación indisoluble con Felipe Calderón, donde no sólo había esta protección a Felipe Calderón, sino que una complicidad más allá de un colaborador y un jefe.

A García Luna y Calderón los unía una amistad íntima muy poderosa. No de Presidente y Secretario de Seguridad Pública, sino un sujeto Felipe Calderón y un sujeto García Luna que jugaban gotcha y a las escondidas en Los Pinos. 

Existía una amalgama mucho más personal. Por eso es que podemos afirmar que #CalderónSiSabía.

Calderón remodeló la residencia oficial de Los Pinos y creó un bar. Ahí se juntaban solamente varones de su Gabinete y muy particularmente era un visitante asiduo el señor García Luna.

¿Por qué Felipe Calderón a pesar de su nerviosismo sigue de alguna manera confiado? Porque sabe que si cae el, cae Salinas de Gortari, Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Peña Nieto, etc... y bien sabe que antes de que ellos caigan, sacrificarán más Garcías Lunas. Unos de ellos están en la FGR.