El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador destaca en el mundo por ser de los pocos regímenes que están afrontando la pandemia de coronavirus apegado en los mecanismos democráticos y apegado al respeto a los derechos humanos.
Situaciones cómo está, han sido aprovechadas en el pasado (y actualmente lo gestamos viendo en algunos países) como el mejor pretexto para debilitar a las democracias o abrir paso a los autoritarismos.
El centro de estudios Pandemic Backsliding Project realizó una investigación en la que concluyó qué hay varios países en el mundo que están en serio riesgo de perder su democracia a partir de las medidas que se han tomado frente al coronavirus. Afortunadamente, México lo está entre ellos.
Las medidas de emergencia ante el Covid-19, como las vigentes en muchos países durante la actual crisis, permiten a los estados limitar temporalmente las libertades personales y los controles y equilibrios para reaccionar eficazmente ante la situación. Sin embargo, la historia ha mostrado que algunos líderes abusan de esas herramientas para fomentar una autocratización más permanente al (a) imponer medidas que son desproporcionadas a la gravedad de las crisis y (b) mantener las disposiciones de emergencia en su lugar una vez que la situación real mejore (ver Lührmann y Rooney, 2020). ¿Cómo pueden los estados responder efectivamente a las crisis sin socavar los estándares democráticos, la libertad y los derechos humanos?
El proyecto Pandemic Backsliding Project tiene como objetivo rastrear las respuestas estatales a la pandemia de Covid-19 como un ejemplo de la variedad de medidas de emergencia y su ejecución, abordando cómo estas decisiones afectan las perspectivas a corto y largo plazo para el régimen político y la democracia. Impulsado por el riesgo muy real de que la pandemia de Covid-19 sea abusada y contribuya a una mayor autocratización, nuestro proyecto aborda las siguientes preguntas: ¿Qué países promulgaron qué tipo de disposiciones de emergencia? ¿En qué medida las libertades civiles y las instituciones políticas que proporcionaron restricciones al poder ejecutivo fueron socavadas o incluso suspendidas? ¿Cumplieron las medidas las normas de la ONU de ser "proporcionadas, necesarias y no discriminatorias"? ¿Qué países volvieron al status quo después del final de la crisis y cuáles no lo hicieron?
Nuestro estudio piloto, el Índice de riesgo de retroceso pandémico, proporciona una primera visión general de los riesgos relacionados con Covid-19 en la mayoría de los países y territorios. Para construir el Índice de riesgo de retroceso pandémico, utilizamos la red V-Dem para recopilar datos sobre las respuestas de Covid-19 de los gobiernos en 142 países, combinando esto con los datos V-Dem existentes sobre democracia y libertad.
Según nuestros datos, 48 ??países (rojo) tienen un alto riesgo de retroceso pandémico y otros 34 (naranja) tienen un riesgo medio (Figura 1). Otros 25 países (negros) ya son autocracias cerradas, lo que limita el espacio para más retrocesos sustanciales. La buena noticia: abordar Covid-19 es posible mientras se protegen las instituciones democráticas. 47 gobiernos (verdes) han introducido medidas de emergencia que probablemente no representen una amenaza para los estándares democráticos a largo plazo.