Redacción
En tiempos de pandemia por
Covid-19 las alianzas comerciales son un apoyo que se convierten en ejemplo
para seguir. Tal es el caso de dos emprendedoras que, para salir adelante,
fundaron la empresa textil Sinibí Jípe, que significa “Siempre hoy”.
Ellas son Marcelina Bustillo y
Luis Fernanda Martínez, quienes acaban de firmar un contrato comercial con la
aerolínea Volaris, para dotarla de cubrebocas hechos a mano y con las
características recomendadas por las autoridades sanitarias. La empresa
distribuirá las vistosas prendas entre sus pasajeros.
“Yo veo que mi gente, rarámuri,
sabe coser y sabe hacer muchas cosas también, lo vamos a lograr. Vamos a crecer
para tener más empleos”, dice, orgullosa, Marcelina Bustillos.
Luisa Fernanda Martínez,
promotora del proyecto y enamorada de la cultura rarámuri, se encarga de
enumerar las virtudes del cubrebocas: “Cumplen con medidas sanitarias. La tela
tiene repelente de fluidos, agua y aceites, es antimicrobiana, antibacteriana,
reutilizable y tiene repelente, una especie de filtro”.
Ella ideó el concepto de la
tienda de ropa con detalles rarámuri que, poco a poco, se ha ido afianzando con
el apoyo de un puñado de mujeres rarámuris.
La joven empresaria mestiza
indica que la vestimenta rarámuri se caracteriza porque está cosida a mano más
que por el bordado. Para los indígenas del norte del estado de Chihuahua, el
patrimonio intangible es la costura bien hecha, no el bordado como en otras
culturas indígenas.
Volaris distribuye en sus vuelos
nacionales los cubrebocas, con el nombre y la fotografía de cada artesana
rarámuri que lo elaboró. Las instrucciones de su uso están traducidas al
rarámuri por la licenciada rarámuri, Sewá Morales.
Con información de Proceso.com.mx