Frente a la incertidumbre de la población y la comunicación diferenciada entre todos los niveles de gobierno durante esta pandemia , al parecer, una versión de la realidad ya se impuso.
El día de ayer en la Comisión Permanente del Congreso, estuvieron a prueba dos formas de afrontar la pandemia en nuestro país: la de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que promueve el uso del cubrebocas y la del subsecretario Hugo López-Gatell que no lo considera útil.
Las y los legisladores optaron abrumadoramente por el modelo de salud que ha implementado la jefa de gobierno de la capital en contraste con el discurso del doctor López-Gatell, que sugiere que los cubrebocas no son útiles y no tiene ningún sentido usarlos.
En la práctica, ayer en la noche todos los legisladores optaron por seguir los consejos de Sheinbaum y sólo uno aplicó el “protocolo Gatell” el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña.
Pero más allá del uso del cubrebocas, es claro que Sheinbaum se ha ganado la confianza de la población de la capital por la forma en la que ha encarado la pandemia, por la forma en la que ha comunicado sus decisiones y por sí constancia y congruencia.
Por lo pronto, ayer la mayoría de los legisladores de todos los partidos aprobaron el método de la doctora Sheinbaum sobre el del doctor López-Gatel.