Sometidos este verano a una mezcla de miedo y esperanza, los italianos de los tiempos del coronavirus agregaron una nueva alarma que campea este lunes en los medios de comunicación. Es la noticia de que en la ciudad de Arezzo (centro) un gato mordió a su propietaria y después murió. Ante el raro comportamiento del felino, de inmediato intervinieron las autoridades sanitarias de la región Toscana y también el ministerio de Salud Pública, sospechando un caso de rabia.
El culpable de la muerte del gato es un virus parecido a la rabia. Se trata del temido Lyssavirus, encontrado solo una vez en el mundo en un murciélago del Cáucaso en 2002.
La dueña de la mascota, sus dos hijos y el veterinario, quienes habían cuidado al felino, terminaron con profilaxis, informó Telefenoticias.
Los pacientes, quienes no presentan síntomas, recibieron terapias de inmunoglobulina por el ASL, ahora se espera que con los resultados de los análisis clínicos se compruebe si están infectados o no. De resultar positivo serían los primeros casos en el mundo.
Médicos estudian también los análisis del gato muerto para comprender cuál fue el portador del virus que lo infectó. Una de las hipótesis es que pudo ser mordido por uno de los murciélagos que vivían en el jardín de la casa de su dueño.
La mujer instaló una batbox en un árbol, es decir, una guarida donde los murciélagos viven y devoran insectos, pues estos animales se utilizan con frecuencia como insecticidas naturales.
Además del felino había dos perros y otro gato con tres crías que también serán analizados por el servicio veterinario de ASL
Con información de Mientras Tanto En México.