“Poderoso caballero es don dinero”, así reza el refrán y así puede describirse la forma en la que “funciona” la relación entre los ciudadanos y el gobierno municipal de Guadalajara.
La capital de Jalisco lleva muchos años convertida en un lugar en el que las leyes y los reglamentos se ofrecen al mejor postor, sobre todo, si nos referimos al negocio inmobiliario. Parece que en este municipio no hay derecho, reglamento o plan parcial que valga, todo se puede alterar, omitir o ignorar, siempre y cuando haya negocio para unos cuantos.
La historia de “La Torre Negra” como le llaman los vecinos, comenzó hace meses cuando algunas familias de una de colonias más emblemáticas de Guadalajara se decidieron ha denunciar y demostrar, públicamente, las irregularidades con las que operaba -y opera- la construcción de torres de departamentos de lujo en la zona, y concretamente, el proyecto que se está edificando en el número 2178 de la calle Mar Jónico de la Colonia Country Club.
El día de hoy, afectados por esta obra publicaron un desplegado en diversos medios impresos locales, denunciando la flagrante ilegalidad en las que han incurrido los desarrolladores inmobiliarios que comenzaron la construcción de una torre de departamentos que no cumple con el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Guadalajara. Los documentos que presentan los abogados de los afectados no dejan lugar a dudas.
En el texto, los vecinos argumentan que este proyecto inmobiliario violenta las normas de construcción y ha causado daños a su propiedad sin que exista una autoridad que haga valer sus derechos de cara a estos abusos y perjuicios. En el desplegado, los abajo firmantes, afirman que esta licencia de construcción se otorgó conforme a los lineamientos del Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Guadalajara del distrito 2 (Minerva) publicado en el 2004, esto quiere decir que se autorizó la construcción de menos superficie que la prevista en la licencia otorgada, es decir, en ningún momento se les ha permitido la construcción de un edificio de 15 pisos, sino de una casa habitación de máximo tres niveles, “no obstante, la autoridad municipal ha permitido esta construcción irregular”.
En el mensaje se hace referencia directa al presidente municipal, Ismael del Toro, y se le advierte de los riesgos que están corriendo los afectados: “Sr. Presidente municipal de Guadalajara; nuestro hogar se viene abajo porque unos desarrolladores desean edificar una construcción irregular de 15 pisos, sin acatar las leyes en materia de seguridad que esta construcción debiera observar para no afectar a sus vecinos”.
Aún en estas condiciones, los dueños de estas fincas confían en que las condiciones cambien para poder permanecer en sus propias casas y piden al alcalde, Del Toro, que intervenga ante estas irregularidades con el fin de suspender una obra oscura, irregular y peligrosa. Esperemos que el alcalde de Guadalajara tome cartas en el asunto y no sea cómplice de esta historia significa riesgos personales y patrimoniales de ciudadanos que parecen indefensos ante el poder de Don Dinero.
Con información de Gurú Político