Redacción
Tras más de una década desde su
famosa caída, el niño creció y ahora luce diferente. En 2006, cuando YouTube
comenzaba, se viralizó un video que logró convertirse en uno de los fenómenos
más populares en internet; se trata de “Edgar se cae”.
En esencia, es una grabación
sencilla, se trata de un niño que cruza un río a través de un tronco y, debido
a la maldad de otro infante, cae al agua. Las risas e imitaciones que provocó
llevaron a su protagonista a gozar de mucha fama en redes sociales.
En ese entonces, el niño
protagonista de dicho video tenía 11 años, su nombre es Edgar Martínez Esparza.
Ahora es todo un joven de 25
años, estudia Comunicación y hace poco lanzó una cápsula donde relató cómo fue
que llegó al río y qué sintió al caer; el clip sobrepasa los 70 millones de
visitas.
Sin duda, el video “Edgar se cae”
quedará por siempre en la memoria de muchos mexicanos, pues hizo reír a más de
uno. Fernando, un “amigo” de un primo de Edgar fue quien comenzó a mover el
tronco, cuando éste quiso usarlo para cruzar el río.
Tal fue la fama de Edgar
Martínez, joven originario de Monterrey, Nuevo León, que algunas marcas
aprovecharon le oleada para “subirse al tren” y usar su imagen para hacer
comerciales.
Ese fue el caso de las galletas
Emperador, quien realizó un spot inspirado en la famosa historia de “Edgar se
cae”. Edgar llegó a ser invitado en varios programas de televisión, entre ellos
a Otro Rollo, donde platicó:
“Yo estaba pensando “Es una
simple broma”, cuando de repente tiro mi espada, empiezo a gritar Ya güey y
simplemente caigo”.
El famoso protagonista de “Edgar
se cae” tuvo experiencias gratas, pero también se vio envuelto en situaciones
incómodas. “Estaba asustado, la gente me perseguía en la escuela, iba a las
plazas, la gente todo quería por una foto y yo tenía que correr”.
En un video, el joven platicó
detalles sobre el video viral que lo hiciera famoso como “Edgar se cae”.
“Estábamos en un rancho con la
familia, fue donde nacieron mis abuelos, había demasiada paz y tranquilidad y
no teníamos nada que hacer; simplemente era comer”.
Contó que tenían una cámara y
pensaron: ‘¿Por qué no grabar una película de piratas?’.
“Empieza que yo era la estrella
de la película pirata, íbamos caminando por el río, con mi espada, el palo”,
contó el actual estudiante de Comunicación.
Con información de La Neta
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