Un grupo de mujeres indígenas expulsaron a latigazos a feministas de la Catedral Basílica Menor de San Lorenzo Mártir, en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.

El grupo de mujeres feministas vandalizaron el templo cuando el arzobispo local celebraba la Misa dominical, el ataque ocurrió el 31 de octubre, cuando una de las mujeres indígenas dijo que las feministas "vinieron con pintura y pancartas a protestar aquí en la puerta de la Iglesia, echaron pintura" en la misa de las 7:30, presidida por Sergio Gualberti.

"Como estábamos en la primera Misa, ya nadie reaccionó y nosotros tuvimos que correr y agarrar nuestros chicotes (látigos) para defender la iglesia ante las cosas malas que están sucediendo aquí", dijo la mujer a uno de los medios locales.

La mujer señaló que "esto parece ser pueblo de nadie. Nadie reacciona. La gente está mirando del palco las cosas".

Al ser preguntada sobre cómo fue que expulsaron a las feministas, dijo que con su chicote en mano: "Con este y así vamos a hacer con tas las personas que vengan querer avasallar, a querer hacer cosas malas, a atropellar, porque esa es costumbre de esta gente que son utilizadas".

Otra mujer que ayudó a expulsar a las feministas, dijo que con los chicotes van a hacer "respetar a nuestra Iglesia. Con esto nuestros padres nos enseñaron cuando éramos chiquitas".

"Con esto, como hijas vamos a hacer respetar para que aprendan a aquí en Santa Cruz y toda Bolivia", concluyó la mujer.

El ataque vandálico de las feministas del colectivo "Mujeres Creando", se dio en protesta a la posición que ha tomado la Iglesia Católica en Bolivia respecto al caso de una niña de 11 años, embarazada producto de reiteradas violaciones perpetradas por su abuelastro de 61 años, quien ya se encuentra detenido por las autoridades.

Sin embargo, el ataque vandálico en contra de la catedral se produce después de que algunas instituciones del Gobierno de Bolivia y la prensa, incluida la extranjera, denunciaran que la Iglesia en Bolivia ha obligado o intervenido para que la niña rechace abortar, continúe con la gestación y sea trasladada a un albergue.

Varias organizaciones, incluida la Defensoría del Pueblo, presionaron sin éxito que se realice el aborto a la niña, pero la niña y su madre se opusieron.

La niña tiene 21 semanas de gestación y tras ser dada de alta del hospital, fue trasladada a un albergue dirigido por la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, por decisión de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.

Víctor Hugo Valda, delegado episcopal de Salud de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, desmintió que la Iglesia Católica haya intervenido en la decisión de la menor, y por el contrario, aseguró que "desde el inicio ha demostrado cercanía y apoyo concreto".

"Ahora incluso nos critican por ofrecer, por ayudar materialmente a la niña con hogar, educación, medicina, tratamiento psicológico".

Con información de Debate