Una mujer, en aparente estado de ebriedad, metió una camioneta Cadillac de lujo a las obras de la línea 3 del Metrobús como señal de protesta contra este importante proyecto de movilidad para la Ciudad de México. 

Con la intención de hacer ver que los vehículos privados son más importantes que el transporte público, la mujer decidió protestar de esta manera, y así, continuar con los chantajes que algunos de los vecinos de la zona siguen manifestando para hacer desistir a las autoridades de continuar con la obra.

No cabe duda que este tipo de actitudes vulneran el sentido de comunidad que debería prevalecer en una ciudad y dejan de manifiesto que en muchas ocasiones son los propios ciudadanos los que vulneran y corrompen las leyes y las instituciones, más allá del comportamiento de las autoridades.

La línea 3 del Metrobús es una obra sumamente importante para conectar a usuarios del sur de la capital.