Redacción
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, la primera mujer que accede a esa posición por la vía electoral en la historia de la ciudad, científica y exactivista, liberal, comprometida con los derechos de las minorías y quizá, la política consentida del presidente de la república; cumple un año en el cargo.
Sheinbaum llegó con una enorme expectativa a tomar las riendas de la capital del país y una de las ciudades más complejas, grandes y problemáticas del mundo. Lo hizo queriendo imponer un sello personal desde el primer día de esta administración, fundando sus acciones y visión de gobierno en la amalgama del combate a la corrupción. La encomienda es enorme, pero la determinación de la jefa de gobierno ha demostrado que en el terreno de la ejecución de políticas públicas tiene una perspectiva de largo plazo.
La jefa de gobierno atacó desde un principio la raíz de la corrupción en materia de desarrollos inmobiliarios, detuvo prácticamente todas las obras que el gobierno de Miguel Ángel Mancera había autorizado y planteó un modelo de vivienda social de bajo costo que comenzará a hacerse realidad el próximo año.
Sheimbaun atajó la corrupción que corroía todos los sistemas de compras y licitaciones en prácticamente todas las secretarias del gobierno de la ciudad: unidades de transporte, patrullas, cámaras, vales de despensa, inmuebles, muebles de oficina, insumos menores y muchos otros etcéteras.
El sustento de estas decisiones es una fórmula que tiene su origen en una nueva forma de asumir la función y los recursos públicos, un poco de honestidad valiente, austeridad republicana y una abierta convicción para privilegiar la transparencia y castigar, de verdad, a los corruptos. Hasta el día de hoy, 5 funcionarios de la anterior administración ya están tras las rejas y muchas carpetas de investigación aún pendientes.
Contrario a las apuestas que hacían desde la oposición, Sheinbaum ha cruzado el primer año de su gobierno sin exabruptos mayores y con una aprobación que la coloca en el Top 5 de los gobernadores del país, nada mal para una mujer de izquierda que está en la mira de la oposición y de los círculos empresariales y sociales de todo el país.
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