Especialistas de la UNAM recomendaron el uso de cubrebocas y protección en los ojos como medida de prevención ante la llegada de partículas PM2.5 y PM10 provenientes de los desiertos de África.
Durante conferencia de prensa vía remota, Luis Antonio Ladino Moreno, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y Alejandro Aguilar Sierra, del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT) del Instituto de Geografía de la UNAM, aseguraron que pese a que esta nube de polvo es la más grande en 50 años, no atrae riesgos graves.
Explicó que el polvo del Sahara, proveniente del occidente de África, contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos a la salud respiratoria.
En los últimos dos días, aseguró, en la ciudad de Mérida, en el suroriental estado de Yucatán, se han detectado que estos materiales o partículas que se encuentran en el aire y pueden ser dañinos tuvieron un incremento de 800 % respecto a los niveles normales de esta región.
Ladino señaló que este fenómeno es de recurrencia anual, y desde 2017 que se han hecho mediciones específicas en el ciudad de Mérida, se ha detectado un incremento de partículas en el aire en un "máximo de 300 %, por lo que "hoy el incremento es atípico", mencionó.
Alejandro Aguilar Sierra, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, señaló que ante esta situación lo más recomendable para las personas que se ven afectadas por este fenómeno natural es extremar precauciones.
"Son recomendaciones parecidas a las actuales (por el coronavirus): permanecer en casa y protegerse con cubrebocas", alertó.
Sin embargo, ante la presencia del coronavirus en territorio mexicano, ambos expertos coincidieron en que esta tormenta de polvo no sería de mayor peligro para aquellos que ya estén infectados, siempre y cuando mantengan las medidas de salud necesarias "y permanezcan en casa".
Con información de El Informador.