La prohibición se enfoca en bebidas y alimentos de alto contenido calórico, que, según esta ley, son contempladas "aquellas que excedan los límites máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadidos, conforme a la Norma Oficial Mexicana Correspondiente".

La nueva resolución en Oaxaca por prohibir alimentos y bebidas envasadas a menores de edad avivó la cruzada entre esta industria y el gobierno federal. Las voces empresariales no tardaron en levantarse, exigiendo el diálogo y acusando que esta medida no solo no solucionará el problema de salud, sino que tendrá impactos negativos en la economía.

El nuevo frente de batalla se originó luego de que ayer, miércoles, el congreso oaxaqueño fuera el primero en el país en aprobar la iniciativa promovida por Morena que reforma al artículo 20 Bis de la Ley de los Derechos de Niños, Niñas y adolescentes.Además, esta reforma aprobada el miércoles contempla la prohibición de su venta a menores en escuelas de nivel básico y medio superior, así como máquinas expendedoras.

Tras darse a conocer esta decisión, grupos empresariales se manifestaron en contra, reclamando en primer lugar, la falta de diálogo por parte del gobierno, según el comunicado conjunto emitido por cámaras y organismos como Coparmex, canacintra, Canira, Canainpa, Conmexico, Canaco Oaxaca, entre otros.

Este jueves a primera hora se unió también el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), respaldando los argumentos de tal comunicado, tales como que defienden que desde 2013 stá prohibida la venta de este tipo de alimentos en las escuelas.

En su reclamo, los empresarios afirman que "esta medida no genera acciones reales para atacar el problema de raíz", pero más allá de los temas de salud, se enfocan en los económicos, en donde afirman que dañarán las cadenas de valor, en particular a los pequeños comercios que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la venta de estos productos, además de afectar la cadena productiva de los alimentos artesanales preenvasados, resaltando que ocurrirá en un momento de plena crisis económica por la pandemia.Explican que, dado que la disposición sólo se concentra en productos envasados, "generará una competencia desleal y fomentará el comercio informal, con las consecuentes afectaciones a las miles de familias que laboran en el sector de producción, venta y distribución de estos productos".

Este es un nuevo frente en una batalla que inició desde la iniciativa del etiquetado frontal y más tarde se agudizó con los duros comentarios del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatall respecto a las bebidas azucaradas, que avivó aún más el descontento de este sector empresarial. 

Con información de La Política online.