Este lunes, regresaron a clases más de 30 millones de niños, niñas y adolescentes en México, desde casa, donde tomarán sus lecciones a distancia a través de la Internet, televisión o la radio.
El panorama actual que los menores viven por la pandemia de Covid-19 ha modificado los protocolos educativos, que dependerán de la televisión, el Internet y las redes sociales para poder llegar a los hogares; sin embargo, es una realidad que no todos tendrán acceso total a este tipo de tecnologías.
Uno de los grupos más vulnerables con esta nueva normalidad educativa son los alumnos que pasan del jardín de niños al primer grado de primaria, así lo comenta a EL GRÁFICO la maestra Laura Guerrero.
El reto para la docente es que los alumnos a su cargo, en la escuela primaria “Reino Unido de la Gran Bretaña” sientan que no están solos, por lo que a través de materiales audiovisuales buscará estar cerca de ellos.
“Voy a grabar audiocuentos, incluso me mantendré en contacto con los niños y sus padres por correo electrónico y redes sociales, como Snapchat o WhatsApp, para que entiendan la problemática actual por la pandemia”.
La profesora da clases en una escuela de tiempo completo que, en su mayoría, atiende a hijos de madres trabajadoras que llegan a laborar a la colonia Del Valle, en la alcaldía Benito Juárez.
Ante esto, conoce la importancia de saber en qué estado socioemocional retornarán a las actividades, por lo que para ella las primeras semanas serán fundamentales para definir la estrategia a seguir durante todo el año escolar, ya que algunos de los pequeños enfrentan situaciones de violencia en el hogar, crisis económica a consecuencia del desempleo o, en algunos casos, el luto por la muerte de algún integrante de la familia por el coronavirus.
Hoy, a través de un video, les dio la bienvenida y les hizo saber que en esta aventura ella los acompañará porque, además de ser su maestra, es “su amiga y aliada”, concluyó.
INDIFERENCIA
Nayeli Clemente es una profesora de español que a partir de hoy enfrenta dos realidades, las actividades casi normales de un colegio privado en Iztapalapa y la marginación de varios de sus alumnos en una escuela de gobierno, en Xochimilco.
En entrevista, aseguró que en ambas instituciones educativas reina el poco interés por parte de los padres de familia, quienes delegan a los profesores la educación de los jóvenes, además de la diferencia marcada en el acceso a las vías digitales con las que podrán acceder a las clases que impartirá.
“En la escuela privada, los padres ven esto más como un entretenimiento para sus hijos, mientras que en la de gobierno piensan que no vale la pena continuar bajo esta modalidad”, señaló.
Ambas maestras coinciden en que el éxito de este tipo de clases reside en que los papás generen un ambiente adecuado para que sus hijos aprovechen las clases y obtengan el aprendizaje esperado, en lo que regresan a las aulas de manera presencial.
Con información de El Gráfico.