Redacción
Un increíble hallazgo se
escondía en la Ciudad de México al encontrarse debajo del edificio ubicado en
la calle de Guatemala #24 el Huey
Tzompantli.
De acuerdo a los cronistas de
la época como Bernal Díaz del Castillo, Andrés de Tapia y Fray Bernardino de
Sahagún.
En la Gran Tenochtitlan había
entre seis o siete Tzompantli, de los cuales el más importante era el Huey
Tzompantli o también conocido como gran Tzompantli.
Dichas edificaciones fueron
construidas en honor del dios Huitzilopochtli, deidad relacionada con al sol y
a la guerra.
Lorena Vázquez Vallin es jefa
del Programa de Antropología Urbana (PAU), quien señala que los trabajos se han
venido realizando desde 2015. Pues en bajo de este edificio que se encuentra
muy cerca del Zócalo de la Ciudad de México y donde anteriormente se encontraba
el Templo Mayor.
En dicho lugar fueron hallados
fragmentos de cráneos y mandíbulas. De acuerdo a los mismos antropólogos en
este lugar podría haber un mínimo de 221 personas.
Así mismo, se señala que estos
vestigios datan de entre 1486 y 1502.
En las crónicas de Andrés
Tapia, un soldado de Cortés, se mencionaba de pareces con cráneos humanos.
Sin embargo, en un principio
se pensó que podrían ser figuras hechas como adornos, pero con los actuales
descubrimientos se confirma que son cráneos reales utilizados como parte de la
construcción.
Se cree que los cráneos son
parte de personas cautivas que habían llegado a Tenochtitlan con la intención
de ser sacrificados a Huitzilopochtli.
Con los estudios que se están
realizando se espera conocer de qué poblaciones provenían, aunque se ha
señalado que la edad promedio de los sacrificados es de 25 años.
El arqueólogo Raúl Barrera,
quien es el encargado del PAU, espera que en un futuro próximo este lugar pueda
ser un museo donde se expongan dichos hallazgos y sea gratuito.
Con información de
Regeneración.mx
INAH no puede incidir en
edificio tomado por feministas
Aunque la sede de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ubicada en el Centro Histórico de la
capital forma parte de los monumentos registrados por el Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), dicho organismo no puede incidir en el tema de
la ocupación del edificio por parte de grupos feministas.
Así lo indicaron fuentes del
INAH, las cuales señalaron que este tema y el del eventual cambio de posesión
legal del inmueble le corresponden únicamente a la CNDH, organismo que todavía
tiene la titularidad del edificio, a pesar de que éste se encuentra tomado por
el llamado Bloque Negro desde inicios de septiembre.
Con información de La Jornada