Redacción
La trágica explosión de una
pipa en la carretera Guadalajara-Tepic, que dejó 14 víctimas mortales, también
deja la triste historia de las hermanas Verónica y Jéssica Araceli López Prado
y el menor Diego, quienes eran originarios de Silao, Guanajuato, y pretendían
pasar unos días en Puerto Vallarta.
El lunes 16 de noviembre
comenzó muy temprano el día para la familia López Prado, quienes se levantaron
para salir de vacaciones a Puerto Vallarta, Jalisco, sin saber que horas
después sus vidas darían un vuelco.
Jessica, educadora de
profesión y Verónica, ingeniero en logística y transporte, viajaban a bordo de
un auto sedan acompañadas de Raúl, el hijo de ésta última. Ellas, seguían a
corta distancia a sus padres, Fernando López Aguilar y Dolores Prado Rivera,
quienes viajaban a bordo de una camioneta junto a otra menor.
Fue en el kilómetro 106 de la
carretera Guadalajara-Tepic, en las inmediaciones de la caseta de
Jala-Compostela, cuando una pipa con razón social Gómez Morín Torres, con
domicilio en Torreón, Coahuila, que arrastraba dos contenedores de gas LP,
impactó al sedán en el que viajaban las jóvenes hermanas y el menor.
A decir de Jennifer Cabrera,
amiga de ambas, don Fernando, padre de las jóvenes, le comentó que ellos (él,
su esposa y una menor más) alcanzaron a pasar la pipa, cuando de repente el
pesado vehículo impactó el vehículo en que viajaban Verónica, Jéssica y Diego.
“Ellos iban a Puerto Vallarta,
salieron de aquí de Silao como a las 5 de la mañana, en la camioneta de su papá
iba su papá, su mamá y una niña. Y en el carro iba Verónica y Jéssica y Diego.
Entonces dice su papá que él iba delante de Vero y la pipa se les vino encima y
las agarró a ellas, ellos si alcanzaron a pasar, pero ellas no”, relata la
amiga de Verónica, minutos antes de partir a la ciudad de Tepic para apoyar a
la familia.
Con información de 24-Horas.mx
Denuncian
que cuerpos de víctimas los están reteniendo
A decir de Jennifer, Raúl
fierros de Alba, esposo de Verónica, fue el primero en salir de Silao tras
saber del trágico accidente. Sin embargo, su sufrimiento no se limita solo en
la irreparable pérdida de su esposa e hijo, sino que ahora está lidiando con la
burocracia de la Fiscalía General de Jalisco que les está informando que no les
entregará pronto los cuerpos.
“Les están reteniendo los
cuerpos”, expresa Jennifer, al momento en que parte de Silao, Guanajuato, con
dirección a Tepic, Nayarit, para apoyar a sus amistades. “Les dicen que no se
los van a entregar en estos días, pero si ya reconocieron el ADN, pues está
allá su esposo, sus padres, ya las identificaron, no sé por qué no les quieren
entregar los cuerpos”, agrega.
Es de destacar que la
explosión alcanzó una extensión de alrededor de 2 hectáreas, en el que 4
vehículos en el lugar quedaron totalmente siniestrados: una pipa, dos vehículos
compactos y una camioneta tipo Suburban.