Redacción
Contundente y sin titubeos,
así fue se plantó el día de hoy Andrés Manuel López Obrador, presidente de
México, al asegurar que se seguirá informando de “todo el cochinero” que
dejaron las administraciones del Partido Acción Nacional (PAN) y Partido Revolucionario
Institucional (PRI).
En ese sentido, el Ejecutivo
Nacional mencionó el caso de la “privatización de los reclusorios”, que
significan 15 mil millones de pesos de renta anual, de 8 o 10 centros, para 10
mil internos.
Asimismo, López Obrador añadió
que quienes en los contratos de los reclusorios se establecen como proveedor,
contratista o como empresa que construye el predio son los mismos que ponen las
cámaras de vigilancia, el servicio de alimentación, de lavandería, servicio
médico y de vigilancia, para que al final el Gobierno pague por utilizar las
instalaciones. Sin embargo, recalcó que esto termina costando lo “equivalente a
mantener un hotel cinco estrellas”.
Cabe recordar que, durante la
administración de Felipe Calderón Hinojosa, prometió que se reducirían los
costos tanto económicos como sociales de las cárceles del país; y además
aseguró que se contribuiría a que la reinserción a la sociedad de los reclusos
fuera más fuerte, pero, al igual ocurrió lo mismo que la refinería que no
construyó y los crímenes que no resolvió. Por lo que ahora existen 11 mil 533
personas afectadas.
La privatización de cárceles
federales tuvo sus inicios en México en 2010. Recordemos que en aquel entonces
el país llevaba cuatro años sumido en una guerra contra el narcotráfico que
provocó que la tasa de homicidios dolosos aumentara en un 55.8% real desde
2006; y en medio de la violencia vivida, el Sistema Penitenciario no se daba
abasto.
El Gobierno federal,
encabezado por Felipe Calderón, dio su palabra de darle casi 10 mil millones de
pesos anuales por 20 años a varias empresas, esto no solo comprometió la mayor
parte de su presupuesto devengado en prevención y readaptación social, sino que
instauró un esquema que priorizó satisfacer las necesidades de las empresas
antes que las de los internos, ya que los presos pasaron a ser “un medio para
que la empresa privada obtuviera beneficios económicos” a pesar de que se
violaran los derechos humanos, de acuerdo con el informe dado por la Privatización del Sistema Penitenciario en
México de las asociaciones civiles Documenta y México Evalúa.
Además, señaló que del
aeropuerto que se tenía proyectado en Texcoco, Estado de México, polémica obra
que sería emblema del gobierno de Enrique Peña Nieto, se pensaba gastar hasta
300 mil millones de pesos. Sin embargo, “ya se resolvió, ya sin cerrar el
actual”, el aeropuerto Felipe Ángeles va a costar 75 mil millones de pesos, lo
que representa un ahorro de más de más del 70 por ciento.