"No queremos asumir cosas, pero sabemos que históricamente Irán y sus aliados han estado interesados en las localizaciones de Nueva york más prominentes y conocidas internacionalmente", agregó, señalando que en algunos casos se reforzarán los controles de acceso mediante "revisiones de mochilas".
De Blasio matizó que no quiere ser "alarmista" y expresó su confianza plena en la Policía y las agencias del orden, pero pidió a los ciudadanos estar en "constante vigilancia" y seguir el lema de las autoridades: "Si usted ve algo que le preocupa, diga algo".
El comisario de la Policía de Nueva York, Dermot Shea, aseguró que no existe ninguna amenaza "específica o creíble" contra Nueva York y que las agencias colaboran para detectarlas antes de tiempo, pero se podrá observar mayor presencia de efectivos armados en localizaciones clave.
Por su parte, el subcomisario de la Policía, John Miller, apuntó que Irán es el "principal estado patrocinador del terrorismo" y mencionó casos recientes contra sus aliados en Estados Unidos, como Ali Kourani, un espía de la organización chií libanesa Hizbulá condenado el pasado diciembre en Nueva York a 40 años de prisión.
Previamente, De Blasio dijo a través de Twitter que está preocupado por su ciudad y por el país, y apuntó que el ataque de Estados Unidos a Irán se ha producido sin el visto bueno de la Cámara de Representantes, donde hay mayoría demócrata.
"Sin la aprobación del Congreso, el Gobierno de Estados Unidos le ha declarado la guerra a Irán esta noche. El pueblo estadounidense no ha tenido voz en el asunto", insistió de Blasio, quien agregó que "esto no terminará pronto".
Con información de El Universal.