Un joven que recibió dos heridas de bala mientras vacacionaba en México en diciembre pasado no puede hablar, comer o beber líquidos y es alimentado por una sonda, dijo este miércoles a Efe Julie Contreras, de la organización Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés).
Identificado sólo como Eric, ya que su familia teme por su seguridad, el joven permanece este miércoles internado en el centro médico Advocate Christ en el suburbio de Oak Lawn, Illinois, después de haber sido transportado el martes desde México al área de Chicago.
Contreras, dirigente del Comité Nacional sobre Inmigración de LULAC, afirmó a Efe que el joven, de 24 años, había salido de vacaciones a Guanajuato y que el 30 de diciembre recibió un disparo que le desfiguró su rostro y otro que le impactó en una pierna durante un tiroteo en el municipio de Uriangato.
La familia de Eric, quien vive en la pequeña ciudad de North Chicago, quedó traumatizada por este incidente y dijo que inicialmente el joven fue llevado en coma a un hospital en Uriangato. Pero la familia, al ver que la atención ahí no era adecuada, optó por internarlo en un hospital privado.
“La familia está devastada y por ahora temen hacer comentarios a la prensa”, señaló Contreras, y añadió: “La madre de Eric me dijo que esto ha sido una pesadilla para ella”.
Eric nació en México, pero fue traído a Estados Unidos cuando era un niño y luego logró naturalizarse como ciudadano estadounidense.
El joven es soltero y trabaja en una compañía de renombre, que por seguridad no se quiso identificar, y gana un excelente salario, según Contreras, y por eso pudo irse de vacaciones por todo un mes a su tierra natal: Guanajuato.
Con información de EFE.