
El pasado 21 de agosto del 2019, entre Estados Unidos y México se llegó a un acuerdo, luego de ciertas acusaciones por parte de Norteamérica, en las que señalaban a los productores mexicanos por vender su producto a menor precio dentro del mercado estadounidense, lo que afectaba directamente a los productores de ese país; debido a ello el pasado 7 de mayo se reactivó la investigación de dumping en las fronteras, pero gracias al acuerdo se llegó a suspender.
La contingencia que causó y sigue causando el Covid-19 ha tenido repercusiones «positivas» en algunos sectores. Tal es el caso del sector agroalimentario, quien ha visto una oportunidad para «eliminar el cuello de botella» que se tenían con las estrictas medidas de Estados Unidos a la hora de ingresar importaciones alimenticias; esto debido a que el país vecino ya no puede mantener un ritmo constante en la revisión, además de que la producción interna del país se ha visto afectada.
«Hemos tenido platicas con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) considerando que para el tema de la pandemia no tienen el recurso humano para hacer las inspecciones que querían hacer. Se dieron cuenta que era imposible, por un lado, por el cuidado por el contagio, y por otro lado, por la necesidad de alimento, por lo que empezaron a dar más facilidades», mencionó el vicepresidente del Sistema Producto Nacional Tomate, Manuel Cazares, durante entrevista.
En este acuerdo se dictó un pago de arancel del 17.5 por ciento por la revisión del 92 por ciento de los camiones que transportaban la mercancía para poder revisar su estado y calidad, esto para los productores mexicanos de tomate .
«El acuerdo entró en vigor en septiembre del año pasado y se iba a poner en marcha después de seis meses, pero ya se venció el 4 de abril. Pero hasta ahora te puedo comentar que no hemos tenido tropiezos o cuellos de botella graves», expresó el director general de la Asociación Mexicana de la Horticultura Protegida (AMHPAC), Alfredo Diaz Belmontes.
Sin embargo, la pandemia del Covid-19 ha hecho que a los 750 exportadores, de los cuales un 80 por ciento basa su producción en tomate, se les dé más facilidades, debido a que no pueden abastecer a su propia población a causa del virus.
Otro aspecto a resaltar es que, pese a la baja producción, se ha tenido un incremento de su valor comercial en 12.6 por ciento, en comparación al mismo trimestre del año pasado, en el que incrementó un 2.9 por ciento. Esto según el Grupo Consultores de Mercados Agrícolas.
«En el tema de tomate empezamos a ver en febrero que se contrajo la cuestión de la demanda y empezaron a bajar los precios, pero no hemos tenido problemas para exporta. Hubo una cosa curiosa, se bajaron los precios, y después hubo compra de pánico y se acabaron todos lo tomates, y otra vez se aumenta la demanda y el precio. Como que compran para unas dos semanas y otra vez caen la demanda y precios, pero desde la semana pasada y esta semana, empezó a haber consumo y se elevaron los precios y demandas», añadió Manuel Cazares.
Con información de El Gato Politico.
Mientras el coronavirus golpea a EU, uno de los productos mexicanos más emblemáticos, inesperadamente, se beneficia: hablamos del jitomate (y de cómo esta pandemia ‘le abrió las puertas’ al norte de la frontera). @sheisf te cuenta: https://t.co/NUoQDeUuez
— Forbes México (@Forbes_Mexico) April 27, 2020