Por Cuauhtémoc Romo
El día que ganó Trump no podía despegarme de la televisión, el miedo me tenía petrificado. Tenia muy claro que era el inicio de una época obscura.
Su triunfo era solo una prueba contundente de que la libertad, la igualdad, la fraternidad estaban en declive. Sabía que vendría mucho dolor. No me equivoqué.
Hoy tampoco puedo dormir, aun no puedo entender como en mi ciudad, en mis calles, en donde construyo y entiendo la vida, la autoridad renuncio a sus más elementales compromisos con los ciudadanos.
Lo que hoy sucedió no es un tema de funcionarios corruptos, de servidores públicos ineficientes.
Lo que hoy vivimos es la desaparición del gobierno, que decide en medio de una paranoica forma de entender la coyuntura política, salir a detener jóvenes, salir a amedrentarlos, porque en ellos ve agentes externos que amenazan su proyecto, sus intereses.
Hoy el responsable de todo el entramado institucional de Jalisco dice que lo desobedecieron, tal vez miente, lo cual es terrible, tal vez dice la verdad, lo cual también resulta terrible.
Si fue con su voluntad, resulta que el gobierno se comporta como una más de las pandillas de sicarios que tanto nos han dañado. Si fue sin su voluntad, está claro que el gobierno estatal es una ficción, que no hay control, que estamos solos.
Los testimonios que hoy dan decenas de jóvenes, es una prueba contundente de la obscuridad que esta cubriendo a Jalisco, es la constatación de que estamos en una época donde hemos perdido todas las correas que mantenían el pacto de vivir en comunidad.
De repente pienso en el asco que sentía cuando muy joven leía sobre el 68, sobre el Halconazo, sobre las persecuciones políticas que se vivieron hace 50 años.
Hoy siento un asco similar, que ahora es más duro porque pasa a unos kilómetros de mi casa, de mi oficina, de la escuela de mis hijas.
Supongo que todos hemos dejado de hacer cosas para llegar a esto, supongo que todos pudimos hacer algo más para evitarlo.
Lo que no supongo, lo que tengo claro, es que los responsable tienen nombre, tienen cargo y que ahí se van a quedar.
Jalisco no se merece lo que hoy nos hicieron.