
Redacción
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, se sumará al grupo de expertos que se encargará de actualizar el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), cabe revisar en qué consiste dicho proyecto y cuáles son sus antecedentes, para comprender la relevancia de la invitación que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El Reglamento Sanitario Internacional es el documento jurídico vinculante para todos los Estados miembros de la OMS y en su versión 2005, que es la que está vigente hasta el momento, se establecieron cambios muy sustanciales en las prácticas de vigilancia, de prevención, de control, de respuesta, de preparación, de recuperación, en fin, todo el armamentario de la salud pública global, particularmente la referida a eventos de interés internacional agudos como pueden ser las epidemias, las pandemias”, explicó López-Gatell.
Sin embargo, los antecedentes de esta normativa internacional datan de hace más un siglo. Entre 1830 y 1847, las epidemias de cólera habían abrumado a Europa, lo que generó una intensa actividad diplomática sobre las enfermedades infecciosas y la cooperación multilateral que se requería para enfrentarlas. El resultado fue la primera Conferencia Sanitaria Internacional, que se celebró en 1851, en París, Francia.
Después, pasarían casi 100 años para que entrara en vigor la Constitución de la OMS, en 1948, y tres años más para que los Estados Miembros de ésta aprobaran el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
La primera actualización ocurrió en 1969 y después tuvo ligeras modificaciones en 1973 y 1981. Originalmente, el RSI estaba orientado a vigilar y controlar seis enfermedades infecciosas graves: el cólera, la peste, la fiebre amarilla, la viruela, la fiebre recurrente y el tifus.
Posteriormente, en la década de los 90, con el rebrote de algunas enfermedades epidémicas en algunas zonas de Sudamérica y la India, además de la aparición de agentes infecciosos nuevos, como el virus de la fiebre hemorrágica del ébola, se adoptó en 1995 una resolución, en la cual se pedía la revisión del Reglamento.
“En mayo de 2001, la Asamblea de la Salud adoptó la resolución WHA54.14: Seguridad sanitaria mundial: alerta y respuesta ante epidemias, en la que se pedía a la OMS que prestara apoyo a sus Estados Miembros en el fortalecimiento de su capacidad para detectar las amenazas y emergencias causadas por las enfermedades transmisibles, y responder rápidamente a ellas”, señala un documento de la OMS.
Un par de años más tarde, se estableció un grupo de trabajo intergubernamental con apertura a todos los Estados Miembros, el cual se encargaría de examinar y recomendar un proyecto de revisión del RSI para ser examinado por la Asamblea de la Salud.
Tras dos reuniones celebradas, en noviembre de 2004 y febrero-mayo de 2005, respectivamente, el nuevo RSI fue adoptado por la Asamblea el 23 de mayo de 2005, entrando en vigor hasta el 15 de junio de 2007.
“Gracias a un marco jurídico nuevo, el RSI (2005) posibilita una rápida recogida de información, un entendimiento común de lo que puede constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional y la disponibilidad de asistencia internacional a los países”, detalla la OMS.
En virtud de dicho Reglamento, el organismo, “como autoridad neutral, con competencias y recursos técnicos decisivos y una amplia red de comunicaciones, puede evaluar la información, recomendar medidas y, de ser necesario, facilitar o ayudar a coordinar una asistencia técnica adaptada a los eventos a medida que se producen”.
Entre las funciones del RSI vigente desde 2005, se cuentan la notificación, la instalación de Centros Nacionales de Enlace y Puntos de Contacto de la OMS; la exigencia de una capacidad nacional básica; las medidas recomendadas y el asesoramiento externo.
En 2013, López-Gatell ya había sido considerado para formar parte de este grupo de expertos. “En su momento se pidió la anuencia al Gobierno de México, pero por alguna razón, parece que no hubo entusiasmo al respecto”, mencionó el funcionario.
Ahora, ante los nuevos desafíos que ha puesto en evidencia la emergencia sanitaria mundial de COVID-19, se ha propuesto la conformación de un nuevo equipo de expertos internacionales para revisar, modificar y actualizar el Reglamento, después de 15 años.
“La encomienda es una gran responsabilidad porque, obviamente, tiene que ver en el contexto de esta pandemia. Entre las ocupaciones que habrá será el análisis de toda la respuesta y para obtener lecciones aprendidas útiles, no solamente para México, sino para todo el mundo, sobre cómo cada vez podemos tener mejores capacidades aprovechando las mejores experiencias de cada país”, explicó el subsecretario.
El funcionario mexicano aclaró que las personas son invitadas a formar parte de este grupo, en su calidad de expertas; es decir, que no necesitan ser originarias de un país determinado para cumplir cuotas de nacionalidad ni ser funcionarios de gobierno. En este sentido, López-Gatell fue convocado a razón de su expertise en epidemiología de las enfermedades infecciosas.
“Tengo el privilegio de haber sido invitado nuevamente y la carta de invitación se le formula al Gobierno de México para que, si da la anuencia, entonces me contacte de manera directa la OMS y se cumpla el proceso”, señaló.
De esta manera, el epidemiólogo de la Cuarta Transformación se incorporaría a las labores históricas que durante más de un siglo han combatido la transmisión masiva de enfemedades epidémicas, defendiendo la salud a nivel mundial.
Con información de Revolución 3.0