Redacción
El expresidente Felipe Calderón tiene un enemigo más de quien cuidarse:
Ricardo Anaya, pues el panista y ex candidato presidencial regresó a la escena
política con el cuchillo en la mano al, presuntamente, aportar datos sobre cómo
Calderón Hinojosa le entregó contrato millonario a Braskem por 35 años.
Ricardo Anaya, quien ya volvió de Nueva York para preparar su
reincorporación política como candidato del PAN a diputado federal y articular
a la oposición, se acercó al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera
(UIF), Santiago Nieto Castillo, para ofrecerle asesoría sobre cómo Calderón
maquinó entregarle a Braskem, filial de Odebrecht en México, y a la mexicana
Idesa un contrato millonario a 35 años, que en sólo tres ha arrojado pérdidas
para Pemex de casi 3 mil millones de pesos sólo en penalizaciones.
El contrato lo firmó Calderón el 19 de febrero de 2010, a través de su
exsecretario particular Jordy Herrera Flores, entonces director general de
Pemex Gas y Petroquímica Básica, para abastecer de etano “barato” a la planta de
Etileno XXI para producir polietileno -construida con créditos del gobierno-, y
a días de irse del cargo, el 23 de noviembre de 2012, emitió un decreto para
favorecerlo más: aumentó el precio de importación de polietileno que acabó con
la competencia y le permitiría venderlo “caro”.
“Esto fue deliberado y perverso”, le habría dicho Anaya a Nieto Castillo
para motivarlo a reactivar la denuncia penal que, el 18 de junio de 2018,
presentaron ante la PGR el exconsejero electoral Alfredo Figueroa y el abogado
Paolo Diez Gargari, miembros de su equipo de campaña, y que volvieron a
presentar ante la FGR, el 10 de agosto, contra Calderón, Peña y José Antonio
Meade, candidato presidencial priista.
Con información de Informativomx.online