Redacción
La justicia de los Estados
Unidos simplemente no tuvo otra alternativa en el caso del general Salvador
Cienfuegos, pues así lo afirman los periodistas Alan Feuer y Natalie Litrieff
en The New York Times el día de hoy.
“Desde el momento en que los
agentes federales estadounidenses arrestaron al exsecretario de la Defensa de
México en el aeropuerto de Los Ángeles el mes pasado, hubo indignación en los
niveles más altos del Gobierno mexicano por no haber estado al tanto del caso.
Lo vieron como una afrenta, una traición, una violación atroz de la confianza
entre los aliados”.
Agregan: “Esa percepción
alcanzó un momento cumbre recientemente, cuando Palacio Nacional emitió una
advertencia sin precedentes a sus contrapartes en Washington: si Estados Unidos
no reconsideraba el caso contra Salvador Cienfuegos Zepeda, México consideraría
expulsar del país a los agentes antidroga estadounidenses, lo que pondría en
riesgo una alianza de décadas que ha servido para llevar a varios
narcotraficantes ante la justicia, según tres personas con conocimiento del
asunto”.
La amenaza pareció dar
resultado, señalan los periodistas. El miércoles, a pedido del Fiscal General
de Estados Unidos, William Barr, una Jueza federal en Brooklyn desechó
formalmente los cargos contra el General en retiro del Ejército mexicano.
“En el pasado –dicen Alan
Feuer y Natalie Kitroeff, publicado la tarde del miércoles–, las autoridades
estadounidenses han trabajado con sus contrapartes mexicanas al capturar a
sospechosos importantes de narcotráfico. A menudo los mexicanos hacen las detenciones,
pero no sucedió así en este caso: el Departamento de Justicia acusó
discretamente a Cienfuegos el año pasado y luego esperó a que el General
visitara Estados Unidos para aprehenderlo”.
“Prescindir de la cooperación
mexicana, molestar a un importante aliado y luego retirar la acusación es un
retroceso importante para el Departamento. La historia del General retirado,
que pronto regresará a México para enfrentar un futuro incierto, es, de algún
modo, una fábula con moraleja sobre los efectos de la política internacional en
la lucha diaria de la guerra contra las drogas”, sostienen.
Keegan Hamilton, Emily Green y
Deborah Bonello coinciden, pero en una nota de VICE News.
“El Gobierno mexicano amenazó
con expulsar a la DEA y limitar la cooperación con Estados Unidos en las
investigaciones internacionales de narcóticos a menos que se retiraran los
cargos penales contra un exsecretario de Defensa acusado de proteger a un
cartel de la droga a cambio de sobornos”, según pudo saber VICE World News.
“El Canciller Marcelo Ebrard
también consideró exigir reciprocidad: que a los agentes mexicanos de control
de drogas se les permita realizar investigaciones en suelo estadounidense, como
lo hace la DEA en México. Un funcionario policial estadounidense, que no está
autorizado a hablar en público, dijo que la amenaza de expulsar a la DEA era –exagerada-,
pero que aun así debía tomarse en serio”, agregan.
“Espero que el Departamento de
Justicia lo entienda bien”, dijo el funcionario estadounidense consultado por
VICE News. Otro de los entrevistados agregó: “No podemos hacer negocios de esta
manera. Estamos avergonzados. Estamos avergonzados”.
EU RETIRA LOS CARGOS
Una Jueza de Nueva York
accedió el miércoles a que se retiren los cargos de narcotráfico y lavado de
dinero que pesaban sobre el exsecretario de la Defensa, abriendo así el camino
para que sea devuelto a su país y enfrente un proceso legal en México.
La Jueza Carol Amon, de la
Corte del Distrito Este de Nueva York, aprobó la petición de la Fiscalía de
retirar los cargos contra el General y dijo que Cienfuegos dejaría entonces “de
forma expedita” Estados Unidos para dirigirse a México acompañado por
alguaciles estadounidenses.
El martes, en una inédita
decisión, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que pediría que
se retiraran los cargos. El Gobierno mexicano elogió la medida y algunos
analistas la interpretaron como un “regalo” del Gobierno de Donald Trump a su
vecino del sur por no reconocer el triunfo electoral del Presidente electo, el
demócrata Joe Biden.
El Canciller mexicano Marcelo
Ebrard Casaubón dijo esta mañana que no era aceptable que se detuviera al
General Salvador Cienfuegos Zepeda sin haber advertido el Gobierno mexicano, y
puso un ejemplo:
“Vamos a ponernos en el caso
opuesto. Vamos a suponer que en México detenemos, las autoridades, a algún alto
funcionario. Ahora que vino el administrador de la DEA, vamos a suponer que lo
hubiésemos detenido. ¿Qué pensaríamos de qué ocurriría? Habría una repercusión
muy, muy seria. Estados Unidos nos diría: Este funcionario me lo regresas o
bien, vamos a tener un grave desencuentro”.
Con información de Sin Embargo