Con el fin de poder cobrar un seguro de 40 mil euros que habían contratado en pareja con anterioridad, un hombre identificado como Hakan Aysal arrojó a su esposa embarazada desde lo alto de un acantilado, pero antes de efectuar un crimen se tomó una selfie junto a ella.

El crimen tuvo lugar durante las vacaciones de la pareja en Butterfly Valley, en la ciudad de Mugla, Turquía y según reportaron medios locales el sujeto empujó a su esposa por el acantilado con el fin único de causarle la muerte y poder cobrar la cuantiosa cifra del seguro de vida

Sin importarle el embarazo de seis meses de su esposa, Aysal no dudó en arrojarla por la formación rocosa desde más de 300 metros de altura.

Cabe destacar que este lamentable asesinato ocurrió en junio de 2018 sin embargo, recientemente se ha vuelto viran en redes sociales.

Según reportaron las autoridades turcas la mujer y su feto murieron al instante del impacto tras la caída del acantilado.

Gracias a las investigaciones realizadas por las autoridades se logró determinar que los hechos no fueron un accidente como quiso hacer creer Hakan Aysal, sino que la mujer fue empujada a su muerte por su propio esposo.

Trascendió que el asesino tuvo la suficiente sangre fría para tomarse una selfie con la mujer antes de empujarla y cometer el asesinato, pues incluso pasaron tres horas en el acantilado pues el sujeto esperó el momento hasta que nadie estuviera cerca del lugar.

“Por qué te metes con mi mujer? Te la regalo”, dice hombre al amante de su esposa (VIDEO)

En el clip se ve a la pareja de infieles caminar por la avenida Pardo en la localidad de Chimbote, Perú, sin saber lo que les esperaba. Un infame engaño ha sacudido las redes sociales, pues se viralizó un video en el que se puede ver el dolor de un hombre al descubrir a su esposa en brazos de su amante en plena calle.

“¿Por qué te metes con mi mujer?”, gritó el esposo, segundos antes de golpear al amante mientras éste intenta defenderse. Al ver a su marido, la mujer intenta huir; sin embargo, el marido la alcanza y entre jalones, le desata el brasier y le rompe la blusa, dejándole los senos al descubierto.

Al percatarse de lo sucedido el Sancho molesto la defiende, pero ella cae al suelo. Histérico, el marido deja de forcejear con el amante y grita: ¡Te regalo a mi mujer!; al tiempo que se ve a la señora levantarse del piso, tratando de tapar su pecho desnudo.

Con información de Heraldo de México