Redacción

En un intento por salir de prisión, el exsenador de Acción Nacional, Jorge Luis Lavalle argumentó ante un juez que padece de un «trastorno mental» debido al encarcelamiento que se le impuso por el caso Odebrecht. Sin embargo, a pesar del argumento su libertad le fue negada.

El exsenador panista expuso que la privación de su libertad en el Reclusorio Norte también ha ocasionado un daño irreparable a sus hijos, por lo que promovió un amparo para continuar su proceso fuera de la prisión. No obstante la resolución del juez fue la misma: no obtendría su libertad.

Recordemos que con base en diversos datos de prueba, principalmente declaraciones hechas por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de recibir sobornos para aprobar la reforma energética y de este modo favorecer a la multinacional brasileña, Odebrecht.

Por su parte, Antonio González, titular del juzgado segundo de distrito de amparo en materia penal, negó al ex senador Lavalle la suspensión provisional contra la prisión preventiva justificada que se le dio el 9 de abril pasado. En este sentido, argumentó que de acceder a la solicitud se llegaría al absurdo de que la prisión preventiva no podría llegar a imponerse a una persona que tuviera dependientes directos, como lo son hijos menores de edad.

Señaló también que “no se observa alguna circunstancia de la cual pudiese advertirse una situación que afecte la integridad física o emocional de sus hijos”.

Con información de El Gato Político

¿Cláudio X González es el nuevo patrón de la oposición?

Nos estamos equivocando si pensamos que la alianza político-electoral que se integró en contra de Morena y del proyecto de Andrés Manuel López Obrador y que la conforman los partidos PAN, PRI y PRD es una alianza “independiente”.

No, la alianXa tiene dueño: un hombre de dinero que decidió incursionar en la política para mantener su posición privilegiada de beneficios fiscales a sus empresas y “asociaciones” dizque sin fines de lucro. Un hombre de posturas e ideas conservadoras y reaccionarias que tiene la capacidad de repartir dinero para pagar los membretes de los otrora partidos importantes.

Claudio X. González (el hombre detrás de la agrupación Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad) es quien ha construido desde hace mucho tiempo el proyecto político-electoral antagónico al presidente López Obrador.

Encabezó la iniciativa Sí por México y logró cooptar al PRI, PAN y PRD para conformar una plataforma que busca regresar al corrupto modelo neoliberal. Él es el hombre del dinero que mueve a los títeres de la oposición política a la Cuarta Transformación.

Este hombre, cual capataz de hacienda, uniforma a sus candidatos con su X. Por eso dio nombre al movimiento opositor como Va X México, para reforzar su presencia con esa letra resaltada y a gran tamaño. Como perro meando postes para marcar su territorio, así va marcando a todos los candidatos que se han unido a ese cártel político.

Hay que reconocerle que ha sabido unir a golpe de billetes la corrupción de los tres partidos, sus miembros, sus votantes, sus plataformas políticas y sus historias públicas.

Este hombre pretende dictar los destinos del país. Los partidos, que hoy le responden a él, vendieron su ideología por unos cuantos o unos muchos pesos. Llegan exhibidos a una batalla electoral de la que intentarán rescatar algunos triunfos. Saben que después de haberse puesto en manos del capital no habrá quien les limpie la mancha de vergüenza: ya no podrán volver a reconstruirse de manera independiente.

Sí, se han unido los que saquearon durante años al presupuesto. Y lo hicieron porque un hombre con muchos billetes compró sus ideas, sus historias y hasta sus futuros. Fueron tatuados por la X de Claudio X. González.

PRD, PRI y PAN siempre fueron lo mismo y hoy a conveniencia se disfrazan uno de otro.

Llegó un nuevo patrón a la política mexicana, está reclutando y conoce bien a los antagonistas de la 4T. Les exige derecho de pernada y se lo dan, sabe que están en venta porque como dice el refrán: “Gallinas que duermen alto, con echarles maíz se apean”.

Con información de Polemón.