La beluga que hace unos días fue hallada con un arnés presuntamente ruso en Noruega, ha regresado como la sensación de internet al devolver el celular que se le había caído a una mujer.
El cetáceo tomó el teléfono y lo regresó a la superficie donde varios jóvenes le hacían señas con la mano.
A modo de agradecimiento, el animal fue acariciado algunos segundos.
Una vez liberada del arnés ruso, las autoridades de Noruega creyeron que la ballena se iría, sin embargo, continúa en la zona, a veces jugando con personas en el muelle del pueblo de Tufjord y otras acercándose a barcos.
Algunas personas le arrojan pescados para alimentarla, pero esta en ocasiones los regresa, en señal de que quiere que se los arrojen de nuevo.
En este sentido, el profesor Rikardsen abundó en que aunque es emocionante que una beluga conviva tanto con la gente, debe preocupar que no pueda vivir sola en libertad, es decir, que no sea capaz de adaptarse a conseguir por sí misma su comida; “es difícil decir cómo se las arreglará”, expuso.
Con información de López Dóriga.