Andy Ruiz pagó las consecuencias por su osadía. Perdió tres títulos de pesos pesados: de la AMB, la FIB y la OMB, durante su combate por la revancha contra Anthony Joshua.
Pero no sólo fue eso, el pugilista se ganó la vergüenza de la derrota y las marcas en el rostro que le dejaron los guantes del británico.
A través de una entrevista para un medio de Estados Unidos, se puede apreciar a Ruiz ya en California “contento” y con una cicatriz en la ceja izquierda.
El gladiador aceptó que tras la victoria que le dio los títulos, su festejo se extendió y dejó de lado su preparación.
“Creo que me comí todo… es por eso que gané tanto peso. Me estaba divirtiendo demasiado, celebrado demasiado con mis amigos. Y bueno, bebí un poco más…”
Con información de El Heraldo de México.