Pedro no cree que se pueda infectar de Covid-19 y por eso no usa cubrebocas mientras hace malabares con cuatro pelotas de plástico que lanza al aire en el crucero de las avenidas Central y Europa.
También piensa que el niño de seis años, sin mascarilla, que sostiene en sus hombros mientras hace su acto no se infectará, “porque no estamos cerca de la gente”, dice cuando estira la mano para recibir una moneda que le dio un automovilista.
Mary desconoce que desde el miércoles Ecatepec cambió de semáforo epidemiológico naranja a rojo por el incremento de casos de Covid-19.
“¿Desde cuándo cambió a rojo? La verdad no sabía, cuando salí de mi casa no me dijeron nada mis familiares”, cuenta mientras esquiva los autos que avanzan con la luz verde del semáforo.
Ella vende jugos en la vía pública a los conductores que transitan por la avenida Central, que une a Ecatepec con la Ciudad de México por la alcaldía Gustavo A. Madero, pero ninguno de sus clientes le ha dicho que las medidas sanitarias se incrementaron desde ayer.
“Tenemos que trabajar, sabemos que es muy riesgoso contagiarse, pero de esto vivimos, qué podemos hacer, si no trabajamos no comemos nosotros ni la familia”, se justifica Mary.
A Roberto no le importa si el semáforo epidemiológico es rojo, naranja, amarillo, verde o de otro color.
“De algo nos tenemos que morir, es la ley de la vida: nacer y morir, pero mientras estemos en este mundo tenemos que disfrutar la vida. No hay que tenerle miedo a la muerte, es lo que le digo a mi familia. Entre más miedo tienes de contagiarte más rápido te contagias, por eso no hay que hacer caso a todo lo que nos dicen de ese bicho”.
Desde que inició la pandemia Roberto, quien vive en la colonia Ciudad Azteca Segunda Sección, ha acudido a reuniones familiares y sociales con amigos sin temor alguno: “Aquí ando vivito y coleando, no me he contagiado y así seguiré viviendo”.
Los incrédulos, los que no saben y a los que no les importa lo que pase se combinan en Ecatepec para convertirlo en el municipio del Estado de México con el mayor número de infectados y muertos por Covid-19.
Javier Sánchez Aguilar, comerciante de San Cristóbal Centro, está de acuerdo en que haya cambiado a rojo.
“Aún hay gente que no cree que exista el Covid y andan como si nada en las calles, piensan que como ya hay vacuna pueden hacer lo que quieren y no es así”, opina.
Miguel Galicia, otro residente del centro de Ecatepec, considera que la medida adoptada por el ayuntamiento es las más adecuada.
“No hemos adoptado las medidas necesarias que deberían tomarse, en cuestión de la economía sí se va a afectar, pero todo es a causa de que la misma gente no hizo caso de lo que se les dijo”.
Con el semáforo en rojo, el gobierno local reducirá el aforo y horarios en establecimientos comerciales, cierre de espacios públicos como parques y plazas, y se reforzará la supervisión en tianguis y bazares.
Victoria Arriaga Ramírez, directora de Protección Civil municipal, afirma que por el momento no habrá sanciones a personas por no usar cubrebocas o no acatar las medidas sanitarias.
Voluntarios de vacuna de Pfizer reportan parálisis facial temporal
Durante los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la farmacéutica Pfizer, en conjunto con la firma alemana BioNTech, 4 voluntarios registraron parálisis facial temporal, según informó la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas inglés).
Dicha síndrome se conoce como parálisis facial periférica idiopática, o parálisis de Bell, y provoca debilidad en los músculos del rostro por la afectación del nervio facial. Aunque hasta el momento se desconoce qué la origina, en los voluntarios se suscitó a 3, 9, 37 y 48 días después de la aplicación de la vacuna.
Sin embargo, para la FDA el surgimiento de esta parálisis en 4 voluntarios "encaja con la tasa de antecedentes esperada en la población general", ya que no hay evidencia clara que la vincule con la vacuna contra el coronavirus de Pfizer y BioNTech. En tanto, recomendó vigilar los casos de parálisis de Bell al aplicar la vacuna en poblaciones más numerosas.
Asimismo, informó que otras seis personas que participaron como voluntarios perdieron la vida durante los ensayos clínicos, pero que ninguna muerte está relacionada con el antídoto. Cuatro de los decesos se registraron en el grupo que recibió el placebo y dos en el de la vacuna. Cabe destacar que ningún voluntario del grupo que recibió placebo experimentó parálisis facial.
De los muertos, uno de los dos vacunados sufrió un paro cardíaco 62 días después de recibir la segunda dosis, mientras que el otro falleció de arteriosclerosis tras tres días de haber recibido la primera dosis de la vacuna. En consecuencia, la FDA afirma que el antídoto es efectivo y seguro.
"La FDA ha determinado que el patrocinador ha proporcionado la información adecuada para garantizar la calidad y la consistencia de la vacuna para la autorización del producto bajo el uso de emergencia", escribió la autoridad sanitaria en sus documentos.
Con información de El Universal