Redacción
Las consecuencias de una
eventual aprobación de la reforma eléctrica en México que impulsa el presidente
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) podrían ser duras por parte de los gobiernos
de Estados Unidos y Canadá.
Ambos países del norte podrían
aplicar represalias comerciales a otros sectores económicos relevantes para el
país como siderúrgico o agropecuario, dijo Kenneth Smith, exjefe negociador del
T-MEC en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
"Es posible que tanto
Canadá como Estados Unidos abran un panel de solución de controversias y que
esto permita aplicar represalias comerciales a México de estos dos países, lo
cual puede dañar sectores de alto nivel de exportación a estos mercados como
puede ser el siderúrgico, agropecuario, entre otros diversos sectores",
dijo durante su ponencia en una reunión de la Asociación Mexicana de
Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES).
Agregó que hay una mala
interpretación del gobierno federal al Capítulo 8, donde se excluye
incorrectamente al sector energético. “No es posible verlo aislado fuera de lo
que se plasma en protección a la inversión”, aseguró el exfuncionario.
Este martes por la mañana, el
presidente López Obrador dijo que esta reforma es importante para la soberanía
energética, la cual afirma está en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá
(T-MEC), y que las empresas pueden ir a juicio si quieren.
“Pues lo pueden hacer, están
en su derecho, nosotros vamos a hacer lo propio, pero tenemos que defender la
industria eléctrica nacional como vamos a defender el petróleo. Además, la
gente votó por un cambio. Nosotros no engañamos a nadie, dijimos que se iban a
terminar las privatizaciones y el saqueo y los robos, y que se iban a atender a
todos, se iba a escuchar a todos, se iba a respetar a todos, pero se le iba a
dar preferencia al pueblo”, dijo el primer mandatario.
Óscar Albín, presidente de la
Industria Nacional de Autopartes (INA), dijo que de aprobarse impactará a la
competitividad del país, pues la energía eléctrica es mucho más cara que la
ofrecida en Estados Unidos y China.
“Es una alternativa mala en
los costos de energía, afortunadamente o desafortunadamente estamos junto al
país que junto con China tiene los costos de generación más bajos. Estamos
hablando que en México es entre 23 a 57 por ciento más caro (…) Si las empresas
privadas generadores estarán a la cola, y CFE será prioritario, los
manufacturas tendrán que abastecerse de CFE con el consecuente sobrecosto”,
comentó.
Con información de El
Financiero