El Instituto para el Envejecimiento Digno (Ined) del gobierno local atendió 825 casos de violencia contra adultos mayores. De éstos, 32% por violencia psicoemocional; 31% por violencia patrimonial y económica, particularmente por riesgo de despojo; 27% por omisión de cuidados, y 9% por agresiones físicas.
La señora Lorenza, de 95 años, víctima de violencia familiar y cuyo caso se hizo viral ayer, permanece en su casa, en la colonia La Fama, alcaldía Tlalpan, bajo la guardia permanente de personal del gobierno capitalino y de sus familiares, quienes no quisieron denunciar al agresor, presuntamente su hijo, que hasta ahora no ha sido detenido.
“Ella se encuentra tranquila y estable en este momento. Evidentemente con las lesiones que tuvo como consecuencia del maltrato del hijo, pero se encuentra ahorita en estado estable”, dijo la titular de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso), Almudena Ocejo.
En videoconferencia, la funcionaria explicó que doña Lorenza no fue resguardada en una casa de seguridad del gobierno capitalino y de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), para proteger a mujeres víctimas de violencia, debido a que ella no quiso –aunque la autoridad reconoció que no se puede valer por sí misma-- y porque debe seguirse un protocolo particular para adultos mayores. No obstante, destacó que el agresor ya no está cerca de ella.
“Existe todo un procedimiento y una ley que establece cuáles son los pasos que se tienen que dar. No se puede remover a una persona de su hogar sin su consentimiento y además sin el consentimiento también de los familiares”, justificó.
Dicho protocolo, detalló, consiste, primero, en “remover al agresor, en este caso el agresor se había ido”. Luego, a la casa de la víctima se presenta personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), de la FGJ, del Ined y de la Secretaría de las Mujeres (SecMujeres), acompañados del Ministerio Público de la demarcación y las agencias especializadas en la protección de las personas mayores y de violencia de género.
Además, se hace una “valoración del entorno familiar”, con base en los artículos 27, 85 y 86 de la Ley de Reconocimiento de los Derechos de las Personas Mayores. “A partir de las investigaciones se definirá cuál es la alternativa para la señora. La casa es de la señora y el agresor es el que está afuera de la casa y no se permite, por supuesto, que regrese, y están las guardias”, apuntó.
Almudena Ocejo agregó que la autoridad tiene que hacer un trabajo de “corresponsabilidad”, “mediación” y “concientización” con la familia. Y detalló: “La señora tiene familia, otros hijos, otros familiares, para que también asuman la responsabilidad de cuidados. Por supuesto, siempre teniendo el interés superior de la persona mayor víctima y atendiendo en caso de que se encuentre en situación de riesgo”.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo sobre este caso que “es muy lamentable la manera en que trata el hijo a su madre”. Sin embargo, defendió la actuación de las diferentes autoridades:
“Parecería como que lo idóneo es llegar, sacar a la señora y llevarla a un refugio. Pero si la persona no quiere, pues no se puede hacer obligatoriamente. Además, la casa es de ella. Entonces, ella no quiere ningún despojo, sino seguir manteniendo su casa, se trabaja con la familia y se atiende permanentemente”.
Luego destacó la “inmediata” intervención de las distintas autoridades, y “a pesar de que la familia no quiso presentar denuncia, de todas maneras –dijo-- se abrió la carpeta de investigación” por parte de la FGJ.
Añadió: “No se abandona a la mujer, al contrario, hay un trabajo permanente de atención y un trabajo con la familia”.
¿Se podría pensar que la familia pudiera estar resguardando al agresor y que también fuera cómplice de este delito de violencia familiar?
Yo creo que cuando hay violencia familiar no se puede especular, son temas difíciles en diversas familias, porque no siempre es lo mismo… Por eso hay una intervención integral de manera inmediata… Vamos a estar muy atentos de que, en efecto, esta mujer tenga toda la protección necesaria, que es lo más importante”.
Vecinos de una mujer de 95 años grabaron el momento en que su hijo la azota en repetidas ocasiones; la Fiscalía de la CDMX abrió una investigación e informó que el sujeto se dio a la fugahttps://t.co/8T25aNo6hI pic.twitter.com/1UJUQvu2nt
— Proceso (@proceso) February 11, 2021
Maltrato y abuso de las personas mayores:
El maltrato y el abuso puede sucederle a cualquier persona, sin importar la edad, el sexo, la raza, la religión, o el origen étnico o cultural de la persona. Cada año, cientos de miles de personas mayores de 60 años son maltratadas, abandonadas o económicamente explotadas. A esto se le llama maltrato o abuso de ancianos.
El maltrato de ancianos puede ocurrir en muchos lugares, incluso en el hogar de la persona mayor, en la casa de un familiar, en un lugar de vivienda asistida o en un hogar de ancianos. El maltrato a las personas mayores puede darse por parte de familiares, desconocidos, proveedores de atención médica, cuidadores o amigos.
La mayoría de las víctimas son mujeres, pero esto también les sucede a algunos hombres. Las personas mayores que tienen más probabilidad de ser víctimas de abuso y maltrato son las que no tienen parientes o amigos cerca y las que tienen discapacidades físicas o problemas de memoria o demencia.
Aunque le puede suceder a cualquier persona mayor, a menudo aquellas que dependen de otros para que les ayuden con actividades de la vida diaria, incluso bañarse, vestirse y tomar medicinas, son las más afectadas. A menudo se abusa de las personas más frágiles porque parecen ser víctimas fáciles.
Con información de Proceso.