Volkswagen retiró el uso de cañones antigranizo para proteger sus carros y los sustituyó por malla, lo anterior tras quejas de ejidatarios por las sequías provocadas por el uso de dichos cañones.

El uso de cañones antigranizo por parte de la empresa Volkswagen México generó un conflicto social con los campesinos de comunidades aledañas.

En 2018 campesinos acusaron la pérdida de 2 mil hectáreas de siembra.

Se trata de la queja de habitantes de La Resurrección Puebla y de los municipios de Coronango y Cuautlancingo.

Los pobladores denunciaron ser testigos cuando las nubes se dispersan por las ondas generadas por los ‘dispositivos sónicos antigranizo’ que opera Volkswagen.

Directivos de la empresa alemana reconocieron que ocupaban tres equipos que llamados “dispositivos sónicos antigranizo”.

La empresa reconoció no contar con los permisos de la Conagua ni de alguna otra instancia federal.

Empezaron a operar luego de que en abril del año pasado, la Secretaría de Desarrollo Rural local autorizó el uso de tres dispositivos, sin un previo estudio de impacto ambiental, durante dos horas al año.

No obstante, los propios directivos admitieron que detonaban estos equipos cada siete segundos cuando se forma una nube.

Ponen malla

En agosto del año pasado, tras las protestas el gobierno de puebla firmó con la empresa un acuerdo para retirar el uso automático de sus cañones antigranizo.

Después de nueve meses, Volkswagen concluyó la instalación de sus mallas antigranizo.

La malla abarca una superficie de alrededor de 393 mil 500 metros cuadrados.

Lo que se busca es contener la caída de granizo sobre nuevas unidades, evitando así daños en las carrocerías y cristales.

Esta protección fue colocada en tres patios de resguardo de vehículos, que pueden albergar aproximadamente 23 mil 700 unidades.

De acuerdo con informes de la compañía, las mallas son la única herramienta que utilizarán para proteger a sus vehículos.