«Puede que afecte tu habilidad para reconocer la dirección del sonido por un par de semanas, hasta que tu mente se haya ajustado al cambio, pero luego tu audición desde la espalda mejorará», afirmó el tatuador que lo trató. Pero luego los fonoaudiólogos salieron a poner orden.
Dicen que en gustos no hay nada escrito. O mucho escrito y pocos acuerdos. ¿O era mucho dicho y nada escrito? No lo sabemos, solo que el proverbio va en que hay gente que puede que disfrute haciendo lo que al resto le parece horrible, y viceversa, indica Upsocl.
Como prueba de esto, es la historia del australiano Charles Bentley y su nueva modificación corporal. Fanático de la moda alternativa, Bentley se informó sobre un centro estético en Estocolmo, Suecia, donde se realizan modificaciones de última generación.
Sin perder un momento, Bentley tomó un avión desde su Australia natal y se dejó en manos el estudio CALM. Lo que emergió es algo que realmente hay que tener la mente muy abierta y expectante a ser sorprendida.
Se trata de una cirugía de remoción de la parte externa de la oreja, conocida en la jerga médica como «la concha». Independiente de cómo se vea, la persona que realizó la cirugía, un tatuador que se hace llamar Chai, defendió la decisión desde un punto de vista médico.
Nuestros oídos no atrapan el sonido como lo hacían miles de años antes, es por esto que tenemos que crear una suerte de «oreja más grande» con nuestras manos para escuchar mejor. Puede que afecte tu habilidad para reconocer la dirección del sonido por un par de semanas, hasta que tu mente se haya ajustado al cambio, pero luego tu audición desde la espalda mejorará.
Para su mala suerte, realizó estos comentarios por Internet, donde rápidamente fueron destruidos por los especialistas del área médica:
Como un fonoaudiólogo esto realmente me está haciendo sufrir. El post, la foto, todo. Por el amor a tus propias orejas y tu audición, no se sometan a este procedimiento creyendo que no va a afectar negativamente a tu audición. Por favor usen el sentido común antes de someterse a cosas como esta.
Como dice el especialista, hay que pensar bien antes de tomar una decisión así. Hoy en día, los tatuajes son removibles. Pero perder un pedazo de tu oreja es un poco más difícil.
Con información de El Imparcial.